En un universo relojero donde muchas piezas buscan captar miradas con estridencia, Chopard nos invita a detener el tiempo y contemplar con asombro una obra de arte silenciosa pero llena de significado: el nuevo L.U.C Heritage EHG Moon 122. Presentado en Watches and Wonders 2025, este reloj no es sólo una muestra del saber hacer de la manufactura de Fleurier, sino también un homenaje vivo a la historia, la precisión astronómica y la transmisión del conocimiento entre generaciones. Su nacimiento celebra el 200º aniversario de la Escuela de Relojería de Ginebra (EHG), un símbolo del saber relojero suizo.
Una caja que rinde tributo al clasicismo
El reloj se presenta en una elegante caja de oro rosa ético de 18 quilates, con un diámetro generoso de 44 mm y un grosor de 12,7 mm, dimensiones que recuerdan a los grandes relojes de bolsillo del siglo XIX. Sus líneas redondeadas y armoniosas evocan una elegancia clásica atemporal. El cuerpo de la caja presenta un acabado satinado vertical que se complementa con un bisel pulido a espejo, generando un sutil juego de contrastes que habla de refinamiento sin ostentación. Las asas, soldadas al estilo tradicional, refuerzan esa inspiración vintage tan característica de la línea Heritage de L.U.C.
La corona, de 8 mm, luce con orgullo el logotipo histórico de Chopard grabado, aportando un detalle nostálgico que se combina con un perfil sólido y robusto pero muy bien proporcionado. El conjunto está rematado con un cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos, mientras que el fondo de la caja, también de zafiro, permite admirar el movimiento con claridad y deleite. La resistencia al agua es de 30 metros, lo que garantiza protección frente a salpicaduras y uso diario, aunque sin vocación deportiva.
Un cielo estrellado en la muñeca
La esfera del L.U.C Heritage EHG Moon 122 es, sencillamente, mágica. Realizada en aventurina azul oscuro, reproduce el cielo nocturno del hemisferio norte con un mapa celeste salpicado de constelaciones blancas, en un espectáculo visual que convierte cada vistazo a la muñeca en un momento de contemplación.
A las 3 en punto, encontramos una subesfera dedicada a la fase lunar astronómica, con una luna de oro martillado y grabado a mano que se revela con textura y profundidad. A las 9 horas, otra subesfera muestra un globo terráqueo visto desde el Polo Norte, también trabajado a mano en oro, con los océanos delineados en laca azul. Estos elementos no sólo aportan belleza, sino que son reflejo del meticuloso trabajo artesanal que define a la colección.
Las manecillas dauphine-fusée, también en oro, añaden un toque de sobria elegancia y legibilidad. No hay fecha, índices ni numerales: el minimalismo está al servicio del arte y la función astronómica. Esta esfera no se lee; se contempla.
Un calibre pedagógico y poético
En el corazón de este reloj late el nuevo calibre manual L.U.C 63.04-L, una evolución del ya célebre 63.01-L. Esta nueva versión añade un módulo de fase lunar astronómica con una desviación de apenas 57 segundos respecto al ciclo lunar real, lo que implica que sólo necesita corrección una vez cada 122 años y 45 días. Es un logro técnico extraordinario, símbolo de excelencia mecánica y precisión astronómica.
Este movimiento ha sido desarrollado en colaboración con estudiantes de la EHG, como parte de un programa educativo iniciado por Chopard en 2004. Los alumnos reciben kits sin decoración del calibre, que ellos mismos terminan a mano, y ahora también tendrán acceso a este módulo lunar como parte de su formación avanzada, especialmente si se especializan en restauración. Este tipo de sinergia entre marca y escuela es una rara joya en la relojería moderna.
El calibre tiene un diámetro de 38 mm y un grosor de 6,7 mm, llenando completamente la caja, lo que permite disfrutar de una vista impresionante desde el fondo transparente. Late a 2.5 Hz (18.000 alternancias por hora), ofrece una reserva de marcha de 60 horas y cuenta con parada de segundero y regulador de cuello de cisne. Los acabados están a la altura de la más alta relojería: puentes de plata alemana, ángulos biselados y pulidos, grabados dorados, Côtes de Genève y perlage. El calibre cuenta con certificación del Punzón de Ginebra y del COSC, un doble sello de precisión y acabados de élite.
Elegancia hasta la hebilla
El reloj se complementa con una correa de piel de becerro azul, que aporta un tacto suave y un aspecto mate que armoniza a la perfección con la esfera estrellada. Va rematada con un cierre desplegable de oro rosa ético, grabado con el logo L.U.C, que cierra el conjunto con una nota de coherencia estética y lujo discreto.
Una edición limitada y comprometida
El L.U.C Heritage EHG Moon 122 es una edición limitada a sólo 20 piezas, lo que subraya su exclusividad y su vocación de objeto de coleccionista. Más allá de su belleza estética o sus complicaciones técnicas, es un reloj que narra una historia: la de la transmisión del saber, el respeto por la tradición y la apuesta por un futuro donde la alta relojería siga siendo arte y oficio.
Precio y referencia
Esta joya relojera, cuya referencia es 161988-5001, está disponible a un precio de 97.000 euros.
En resumen, el L.U.C Heritage EHG Moon 122 no es sólo un reloj, es una declaración de principios de Chopard. Una pieza que honra el pasado, celebra el presente y forma a quienes darán forma al futuro de la relojería suiza.
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