Una evolución técnica y estética sobre uno de los desarrollos técnicos más interesantes de la relojería moderna
El denominado escape constante de Girard-Perregaux fue una de las respuestas más sofisticadas al hecho de la disminución de la fuerza proporcionada por los barriletes en el movimiento mecánico de un reloj conforme van perdiendo la energía almacenada, lo que ha sido optimizado también de maneras muy avanzadas técnicamente por otras marcas como Richard Mille en la mayoría de sus modelos actuales.
El escape constante de Girard-Perregaux
El primer escape constante desarrollado por GP fue elogiado como maravilla técnica. Como explicamos en nuestro artículo acerca del funcionamiento de los relojes automáticos, le energía almacenada en el muelle real dentro del barrilete proporciona el movimiento, a través del tren de engranajes, que mueve las manecillas. Regulado por el oscilador y el escape, este último, a través del volante y el espiral, transfiere dicha energía mediante impulsos. El oscilador regula el escape desbloqueándolo a un ritmo regular pero la tensión del muelle real va disminuyendo a medida que se va perdiendo la carga. Esta diferencia en la entrega de la fuerza hace que la velocidad se vea afectada, lo que hace necesario, para obtener una mejor precisión, un sistema que solucione la entrega constante de la fuerza motriz.
Si bien los movimientos actuales, gracias al avance técnico y en los materiales, como el escape de palanca suizo y el uso del silicio, ofrecen una regulación muy buena, la Alta Relojería ha continuado buscando un nivel de precisión superior que elimine estas variaciones en el par entregado, siendo la opción de Girard-Perregaux una de las más interesantes, en una aplicación de fuerza constante precisamente en el escape, el elemento que actúa directamente en el oscilador. El impulso constante al volante, independientemente de las variaciones de la energía entregada, soluciona dicho problema.
En qué consiste
Creación del relojero e ingeniero Nicolas Déhon, el “Échappement Constant” parte de un original y singular enfoque que aprovecha las propiedades elásticas y biestables de una hoja pandeada. Al almacenar energía en una pala deformada, una vez alcanzado el umbral crítico la pala salta a su otra posición estable, en un movimiento que libera siempre la misma cantidad de energía. Esta excepcional idea fue la base para realizar un mecanismo muy estable que proporciona impulsos constantes al volante. Patentado en 1998, los primeros ensayos del escape de hoja curvada fueron desarrollados antes del paso de Déhon de Rolex a GP. Este mecanismo fue aceptado inmediatamente resultando en un escape de dos ruedas, presentando años después los primeros relojes que incluían ya esta invención.
Para hacernos una idea de la tremenda tecnología necesaria para llevar este concepto a cabo, gracias al uso del silicio y del níquel puro, la precisión técnica y las propiedades elásticas requeridas hacían que la hoja del escape de fuerza constante midiera tan solo 14 micrones, aproximadamente 6 veces más delgada que un cabello humano, para ser estable en dos posiciones.
El nuevo Girard-Perregaux Neo Constant Escapement
Este reloj que vemos hoy evoluciona en todos los aspectos, también estéticamente, con un nuevo escape que cambia sustancialmente. Si bien el concepto fundamental se mantiene, la interacción con la estructura de la hoda pandeada cambia significativamente.
El escape está compuesto ahora por dos pequeñas estrellas de tres dientes (por su frecuencia de 3 Hz), que sustituyen a las dos ruedas. El menor radio permite ahora una mayor transferencia de fuerza hacia la hoja mediante dos palancas oscilantes de nuevo diseño. Girando en el mismo sentido, la nueva disposición, que ha de ser asimétrica, evita las fricciones por desplazamiento que se producían en la anterior solución mecánica. Sí cuenta con dos ruedas similares a las del diseño previo, pero con una función meramente inercial.
La secuencia de movimiento es compleja, y es que, mientras el volante gira en su arco libre de movimiento, una de las estrellas empuja la palanca acumulando energía en la hoja hasta su límite de giro, tras lo que la palanca de bloqueo realiza su labor. Una vez que el rodillo se acopla con la horquilla de la palanca central, la hoja gira. Cuando la pala gira, proporciona un impulso al volante, liberando a continuación el escape. Para garantizar una secuencia suave, la rueda de inercia garantiza que haya un ligero retraso antes de que la rueda de escape se reinicie y empuje más su palanca. Al hacerlo, posiciona la segunda palanca basculante delante de la segunda rueda de escape. Este último tomará el relevo para acumular energía en la hoja y comenzar otra secuencia nuevamente.
Estas mejoras en una secuencia extremadamente compleja mejoran notablemente la eficiencia del escape constante, garantizando ahora una reserva de marcha de 7 días con los mismos barriletes que antes y a pesar de montar un volante más grande y pesado. La nueva disposición también permite el inicio automático del escape.
Cabe destacar que los relojes que incorporan el escape constante están certificados por el COSC, una señal que, además de evidenciar el nivel de precisión, es un indicativo de la madurez del mecanismo, realizable en serie. El proceso desde el diseño hasta la producción definitiva ha tenido pasos adelante y atrás, con dificultades que han sido superadas gracias a la perseverancia, sabiendo de antemano que el desarrollo de una mecánica tan compleja sería una tarea de años, como lo fue la optimización del escape de palanca suizo.
Esta secuencia que hemos relatado, y que se produce en una escala muy reducida y con un nivel de precisión asombroso, es posible gracias al uso del silicio y de tecnologías de corte muy avanzadas, en asociación con Sigatec, empresa líder en la fabricación de micro piezas de este material.
Las diferencias técnicas del nuevo Girard-Perregaux Neo Constant Escapement se reflejan también en su estética, que no tiene similitud con ningún otro reloj anterior, presentando un diseño calado que permite ver el escape de silicio y las ondulaciones de la diminuta hoja. La nueva arquitectura y su simetría comparten los códigos de diseño de la línea Bridges, acomodándose en una caja de 45 mm de diámetro, menor que el anterior de 48 mm, con un grosor de 14,80 mm y fabricada en titanio grado 5. El gran cristal de zafiro, en forma de caja, permite una vista espléndida tanto frontal como lateral de la esfera y del movimiento. La indicación de la hora es ahora central, en una esfera con índices suspendidos y con material luminiscente de brillo azul y manecillas dauphine esqueletizadas, rodiadas y con la misma luminiscencia. La hermeticidad es de 30 metros.
De cuerda manual, este Calibre GP09200, con dos barriletes, va terminado en una combinación de PVD negro y NAC antracita, adoptando la característica forma “Neo” de Girard-Perregaux. El indicador de reserva de marcha, ubicado a las 9 horas, completa las indicaciones, y por la parte trasera, de una gran belleza, puede admirarse la otra cara, simétrica con su tren en línea en tono plateado
Dotación, referencia y precio
El Girard-Perregaux Neo Constant Escapement se presenta con una correa de caucho de aspecto textil, con una triple hebilla desplegable dotada de un sistema de microajuste. Aunque no es una edición limitada, la producción será muy corta, por la extrema complejidad. El precio de este reloj, referencia 93510-21-1930-5CX, es de 105.000 euros.
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