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Rolex ha presentado una nueva y completa colección, el Land-Dweller, una evolución natural con sello propio con un resultado sobresaliente

Rolex Land-Dweller

Rolex ha sorprendido en Watches and Wonders 2025 con algo que no se ve todos los años: una nueva colección completa. El Rolex Land-Dweller irrumpe como un reloj con brazalete integrado que se aleja de lo que la marca ha venido haciendo durante décadas, pero lo hace sin renegar de su pasado. De hecho, recupera el espíritu de los Oysterquartz y los Datejust 1530/1630 de los años 70, pero actualizados con la última tecnología mecánica de la casa. El resultado: un reloj elegante, moderno, robusto y muy, muy Rolex.

Inspiración setentera con alma contemporánea

El Land-Dweller no es una reedición directa de ningún modelo histórico, pero bebe claramente de la estética de los Oysterquartz, particularmente en la forma de la caja, que adopta ese perfil tonneau (barril) tan característico, ahora con unas proporciones más refinadas: 40 mm de diámetro y tan sólo 9,7 mm de grosor. También se presenta en versión de 36 mm, para quienes buscan algo más compacto sin renunciar a presencia. La caja mantiene una estanqueidad de 100 metros gracias a su corona Twinlock y está rematada por un cristal de zafiro plano con tratamiento antirreflejos, tanto en el frontal como en el fondo de caja, que por primera vez en una pieza no de excepción, deja ver su nuevo movimiento.

El bisel estriado, uno de los símbolos más reconocibles de Rolex, funciona sorprendentemente bien en este tipo de diseño. Vertical y definido, aporta esa dosis de sofisticación que lo separa de muchos otros relojes deportivos de brazalete integrado, que tienden a la sobriedad o directamente al minimalismo. Aquí hay carácter. Y si a eso se suma el uso de metales preciosos como el platino o el oro Everose, y versiones con diamantes talla baguette, el resultado es un reloj de alta relojería contemporánea.

El brazalete Flat Jubilee: refinamiento en cinco eslabones

El nuevo brazalete Flat Jubilee es, probablemente, una de las claves de este lanzamiento. Toma como punto de partida el clásico Jubilee, pero lo adapta a la estética angular de la caja, con todos los eslabones planos. Los tres centrales están ligeramente elevados y pulidos, mientras que los exteriores muestran un satinado técnico que refuerza su carácter deportivo. Todo está rematado por bordes pulidos que añaden brillo sin resultar excesivos. La integración con la caja es perfecta gracias a las inserciones de cerámica que eliminan rozamientos y aseguran durabilidad.

El cierre oculto Crownclasp garantiza una continuidad estética impecable, aunque, como se ha señalado en foros como Relojes Especiales, algunos echan en falta un sistema de microajuste. No obstante, en muñeca, la ergonomía del conjunto es excelente.

Rolex Land-Dweller 127334

Esferas con textura de panal: Rolex se atreve (y acierta)

Una de las grandes novedades visuales del Land-Dweller es su esfera con motivo de panal. En los modelos de acero y oro, el fondo es blanco con acabado satinado; en los de platino, se opta por un azul hielo con efecto rayos de sol. El resultado es vibrante, pero sin estridencias. Este diseño dota al reloj de un aire técnico, casi futurista, y sin embargo muy equilibrado.

Los índices horarios y los numerales 6 y 9 (inspirados en el Explorer y el Air-King) están fabricados en oro de 18 quilates y completamente recubiertos de Chromalight, lo que garantiza una legibilidad sobresaliente. Las agujas, rectilíneas y también en oro, están hechas a medida para este modelo. Mención aparte merece el realce interior de la esfera, donde se encuentra una escala tampografiada hasta el medio segundo, lo que enfatiza el carácter preciso del movimiento. La ventana de fecha a las 3, con lente Cyclops, es tan Rolex como el propio logo de la corona a las 12.

Rolex Land-Dweller 127334 Detalle

Un calibre de nueva generación: el 7135 con escape Dynapulse

Pero no todo es diseño. Rolex ha dotado al Land-Dweller de un movimiento totalmente nuevo: el calibre 7135, derivado del del Perpetual 1908, pero con una vuelta de tuerca técnica muy significativa. Hablamos del escape Dynapulse, un sistema con doble rueda de impulsión fabricado en silicio, con balancín impulse, ruedas de distribución y transmisión también en silicio. Esta arquitectura reduce el consumo energético y permite un funcionamiento suave y estable a 5 Hz (36.000 alternancias por hora), lo que proporciona una reserva de marcha de 66 horas.

La espiral Syloxi de este calibre ha sido rediseñada con mayor grosor para reforzar su rigidez, y el volante cuenta con eje de cerámica, tuercas Microstella en oro para la regulación y amortiguadores Paraflex optimizados. Todo el conjunto se monta bajo un puente transversal y ha sido ajustado a -2/+2 segundos por día tras el encaje. En otras palabras, estamos ante un verdadero movimiento de alta precisión, visible además a través de un fondo de zafiro con decoración tipo Côtes de Genève propias de la marca y un rotor calado en oro amarillo.

Rolex Land-Dweller 127336 Esfera

Opinión personal: un diseño que funciona, sin duda

Puede que muchos digan que este reloj no es más que un refrito: que si recuerda al Tissot PRX, que si tiene toques del Zenith Defy Skyline o incluso del Vacheron Constantin 222. Es cierto que visualmente evoca a todos ellos, pero para mí —y para muchos otros— el Rolex Land-Dweller funciona, y de forma rotunda. Es más refinado que el Tissot, menos agresivo que el Zenith y con más personalidad que el Historiques 222. El bisel estriado le da ese sello que sólo Rolex puede usar con esa autoridad. El brazalete Flat Jubilee le aporta distinción sin restar fuerza, y la esfera texturizada demuestra que Rolex también sabe jugar con el diseño sin perder su ADN. Es una reinterpretación, sí, pero a la altura de la corona.

Lo que opinan los aficionados

En el foro de Relojes Especiales, el hilo dedicado al Land-Dweller ha estado muy activo. Muchos usuarios han comentado que, aunque el diseño no es revolucionario, es elegante, fino y perfectamente equilibrado. Se valora mucho la elección del brazalete Flat Jubilee frente a uno tipo Oyster, que muchos consideran habría sido demasiado convencional. El uso del bisel estriado ha sido aplaudido como una forma de dar personalidad a un formato ya explorado por otras marcas. También ha habido comentarios positivos hacia la textura de panal de las esferas, que se considera atrevida para Rolex y un soplo de aire fresco. Algunos coleccionistas han echado en falta opciones sin fecha, o versiones con índices más clásicos, pero en general, la acogida ha sido muy positiva y el reloj ha sido recibido como una incorporación sólida a la gama de Rolex.

Modelos disponibles, referencias y precios

La colección Land-Dweller se presenta en versiones de 40 mm y 36 mm, tanto en acero como en metales preciosos, con o sin engaste de diamantes:

Land-Dweller 40 mm:

  • Acero Oystersteel y bisel de oro blanco – Ref. 127334 – 15.450 €
  • Platino – Ref. 127336 – 64.800 €
  • Oro Everose – Ref. 127335 – 47.800 €
  • Platino con diamantes – Ref. 127386TBR – 119.100 €
  • Oro Everose con diamantes – Ref. 127385TBR – 107.100 €

Land-Dweller 36 mm:

  • Acero Oystersteel y oro blanco – Ref. 127234 – 14.550 €
  • Oro Everose – Ref. 127235 – 43.700 €
  • Platino – Ref. 127236 – 60.300 €
  • Oro Everose con diamantes – Ref. 127285TBR – 91.600 €
  • Platino con diamantes – Ref. 127286TBR – 96.700 €

El brazalete integrado que la marca de la corona necesitaba

El Rolex Land-Dweller no es sólo una reinterpretación del pasado, sino una muestra de cómo Rolex puede adaptarse a las tendencias sin perder su identidad. En un mercado lleno de relojes con brazalete integrado, la corona ha conseguido ofrecer algo distintivo, robusto, elegante y, sobre todo, funcional. Un nuevo clásico que apunta alto.

¿Se convertirá en icono? Eso el tiempo lo dirá, pero lo que es seguro es que ya ha empezado con paso firme.

Jaime Civantos Capella