Corum ha presentado dos Corum Bubble de edición limitada para conmemorar el Año del Dragón. El característico cristal radicalmente abovedado del Bubble magnifica el dragón mitológico que anuncia el próximo Año Nuevo chino
El Corum Bubble fue uno de los primeros relojes destacadamente grandes que marcaron tendencia, hace ya más de 2 décadas, un modelo sorpresivo al que siguieron gran cantidad de notorias piezas de grandes dimensiones. El imponente zafiro del Bubble aumenta y distorsiona la esfera en un concepto radical de Severin Wunderman, considerado el creador del reloj de moda y conocido por el legendario éxito del ya mítico modelo de Corum, lienzo para una gran cantidad de extravagantes creaciones en su esfera, también en colaboración con varios artistas, y una pieza que ha ido a más en su diámetro, llegando a 47 mm, con un cristal de, nada menos, que 8 mm de espesor. Para el Año Nuevo chino 2024, la estrella del zodiaco chino, el dragón, protagoniza estas dos ediciones limitadas tan especiales.
Corum Bubble 47 Dragon
Como ya mencionamos en la review de los nuevos TAG Heuer Carrera Year of the Dragon, el dragón es un símbolo de poder y sabiduría para los emperadores chinos, considerados criaturas benévolas en esta cultura, asociados con la inteligencia, la fuerza y la buena suerte. En esta primera referencia L082/04507 – 082.320.98/0085 PND1, la cabeza y el torso del dragón dorado están aplicados a la mitad superior de la esfera, con fondo negro, mostrado con sus poderosas garras descansando sobre la luna a las 9 en punto. Representada de manera realista, la luna, de nácar, muestra algunas áreas más oscuras, lo que representa la superficie irregular y llena de cráteres de la satélite natural de la tierra. Las nubes aplicadas en la esfera han sido elaboradas en laca negra con marcos dorados, para sugerir el cielo nocturno, mientras que la cola serpentina del dragón se mueve en el paisaje de la mitad inferior de la esfera.
Corum Bubble 47 Dragon Eye
El segundo modelo, la referencia L082/04508 – 082.320.98/0085 PND2, es aún más espectacular, acercándose al intimidante ojo rojo del dragón. Mediante fundición de metal, el ojo revela una serie de relieves que sólo se pueden lograr a mano, añadiendo una vívida sensación de textura. Las escamas de reptil, diseñadas para proteger al dragón de cualquier daño, están representadas de manera realista y resaltadas en tonos marrones, dorados y negros. Como el ojo de un gato, el gran iris, inyectado en sangre, muestra una pupila vertical, en un placer visual magnificado por el pronunciado cristal de zafiro abombado.
Si bien los dos modelos cuentan con esferas diferentes, comparten la misma caja de acero inoxidable recubierta de PVD negro, de 47 mm de diámetro y con un grosor de 18,50 mm. El cristal de zafiro, que sobresale sobre la esfera, tiene un tratamiento antirreflejos, mientras que el fondo de caja, atornillado, monta también un cristal con el mismo tratamiento, sin comprometer la hermeticidad, que se sitúa en 100 metros. A juego con la correa, de caucho vulcanizado negro, la corona luce un anillo de caucho negro, en un ligerísimo contraste con el gris oscuro mate de la caja. Sobre este fondo en la esfera, una auténtica obra de arte, las manecillas de horas y minutos, esqueletizadas, se ven realmente discretas, lacadas en negro y con forma de hoja.
El Bubble Dragon y el Bubble Dragon Eye están equipados con el Calibre CO 082 (con base en el ETA 2892-A2). Este movimiento, automático, funciona a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, ofreciendo una reserva de marcha de 42 horas. Puede admirarse a través del zafiro del fondo de caja.
Limitados a 88 relojes cada uno, el precio es de 7.330 euros.