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Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari

Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari

Cuando la relojería se encuentra con la Fórmula 1. Dos versiones, titanio y carbono TPT

Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari Titanium Esfera

Richard Mille vuelve a llevar la relojería al límite con el nuevo RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari, una pieza que no sólo representa la cumbre técnica de la marca suiza, sino que también canaliza de forma tangible el ADN de Ferrari. Este modelo, fruto de una colaboración que sigue ganando fuerza desde su primer gran hito conjunto, el ultraplano RM UP-01 Ferrari, se presenta como una pieza radical tanto en diseño como en ingeniería, limitada a 75 ejemplares por variante.

Diseño: poder mecánico con alma de competición

La caja del RM 43-01 es simplemente espectacular. Disponible en dos versiones —una en titanio grado 5 con acabados microgranallados y pulidos, y otra en Carbon TPT, un material exclusivo de Richard Mille compuesto por múltiples capas de carbono entrelazadas—, ambas interpretan de forma distinta el espíritu Ferrari. El titanio propone una elegancia más sobria y técnica, mientras que el carbono ofrece un aire más moderno y vanguardista, casi futurista. Cada caja mide 42,9 mm de ancho, 51,2 mm de largo y 17,1 mm de grosor, y está ensamblada mediante 20 tornillos estriados de titanio grado 5 con arandelas de acero inoxidable 316L, asegurando una hermeticidad de hasta 50 metros gracias a un sistema de doble junta tórica de nitrilo.

La construcción tripartita de la caja da paso a una arquitectura que no deja nada al azar. Los biseles tienen aristas cuidadosamente biseladas, con un nivel de acabado que roza lo quirúrgico. La carrura combina superficies satinadas con texturas pulidas, mientras que la corona estriada (con un anillo de color que varía según la versión) se acompaña de pulsadores rectangulares robustos y ergonómicos, cuya estética recuerda a los mandos de un monoplaza. En la versión Carbon TPT, el conjunto tiene una presencia brutalista y sofisticada a partes iguales.

La correa, en caucho de alta resistencia, presenta un patrón inspirado en los asientos del Ferrari Purosangue y se ajusta perfectamente a la muñeca, acentuando el carácter técnico del reloj. El color del inserto de la correa varía —amarillo en el Carbon TPT, rojo en el modelo de titanio—, una pincelada de estilo que remite al universo Ferrari sin necesidad de mostrarlo explícitamente.

Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari Titanium Detalle carrura

Esfera: ingeniería al desnudo

El RM 43-01 no tiene una esfera convencional, sino un universo tridimensional en el que cada componente del calibre forma parte del diseño. Aquí no hay nada que esconder. Destaca el contador esqueletizado de 30 minutos en la parte superior izquierda, diseñado como un tacómetro de Ferrari, con tipografías claras y trazos limpios. Las agujas esqueletizadas —una combinación de aluminio, titanio y materiales ligeros— presentan detalles en colores vivos: amarillo en la versión Carbon TPT, rojo en la de titanio. Estos toques de color dan vida al conjunto, enmarcado por una flange negra con escala taquimétrica, coronada con índices luminiscentes aplicados.

Una placa de titanio satinada microgranallada, grabada con el Cavallino Rampante mediante láser, se integra de forma sutil en la arquitectura interna, evocando el alerón del Ferrari 499P. Todo el conjunto está protegido por un cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos, tanto en el frontal como en el reverso.

Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari Titanium Detalle calibre

Movimiento: el motor de un campeón

En el corazón del RM 43-01 late el calibre RM43-01, un movimiento de cuerda manual desarrollado durante tres años en colaboración con Audemars Piguet Le Locle (APLL). Este motor de alta complejidad opera a 3 Hz (21.600 alternancias por hora) y está construido sobre una platina de titanio grado 5 esqueletizada, con puentes en titanio y Carbon TPT, evocando los motores de competición de Ferrari.

Una de las grandes innovaciones es su mecanismo de cronógrafo ratrapante, optimizado con una nueva generación de componentes que reducen el consumo energético y mantienen un par constante durante toda la reserva de marcha. Esta última se sitúa en 70 horas, y se indica mediante una aguja en el subdial a las 2 en punto, realizado en titanio con tratamiento PVD 5N.

También encontramos un indicador de par, que permite al usuario conocer la calidad de la energía disponible, y un selector de funciones, que facilita la gestión del reloj (remontuar, ajustar hora o activar cronógrafo) desde la corona.

Una mención especial merece el tourbillon descentrado, cuya jaula de titanio incluye un segundero activo de cinco láminas radiales que se leen sobre una escala de 12 segundos. Este detalle no sólo es visualmente impactante, sino que demuestra el nivel de refinamiento técnico de la pieza.

Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari Titanium Trasera

Trasera: el espectáculo continúa

La parte trasera, igualmente cubierta con cristal de zafiro, deja a la vista el calibre como si se tratara del compartimento de un superdeportivo. Aquí se puede apreciar la belleza funcional de los acabados, con puentes esqueletizados, tornillos dorados de cabeza hexagonal y componentes que evocan claramente piezas de motor, como cárteres y ruedas de embrague. El grabado “Limited Edition” remata una visión de conjunto que no deja indiferente.

Precio y disponibilidad

El Richard Mille RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari tiene un precio estimado de 1.150.000 francos suizos en su versión de titanio (alrededor de 1.220.000 euros con impuestos) y 1.350.000 francos suizos en la versión Carbon TPT (unos 1.430.000 euros IVA incluido). Ambas versiones están limitadas a 75 ejemplares cada una.

Opinión final

El RM 43-01 es una declaración de intenciones. No es un reloj para cualquiera, ni lo pretende. Es un manifiesto mecánico que combina la estética agresiva y refinada de Ferrari, la precisión quirúrgica de la alta relojería suiza y la obsesión por la innovación técnica de Richard Mille. Cada ángulo, cada capa, cada tornillo tiene una razón de ser. Más que un reloj, es una escultura funcional que late como un V12 a 9.000 rpm en la muñeca. Una pieza de coleccionista, pero también una obra de arte que celebra la velocidad, la precisión y la pasión.

Un verdadero tour de force.