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En la década de 1950, Zenith se ganó su buena reputación como fabricante de cronómetros de precisión con el Calibre 135-0, uno de los cronómetros de observatorio más premiados jamás fabricados.

Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition 40.1350.135:21.C1000

Desarrollado a partir de 1945 por Ephrem Jobin, el Calibre 135 se produjo desde 1949 hasta 1962 en dos versiones distintas: una variante comercial y una segunda iteración creada únicamente para participar en competiciones de cronometría en los Observatorios de Neuchâtel, Ginebra, Kew Teddington y Besanzón. Estos movimientos “0”, que nunca se comercializaron ni se incluyeron en relojes de pulsera o de bolsillo, se sometieron a exhaustivas pruebas con cambios drásticos de temperatura, golpes y funcionamiento en 6 posiciones diferentes, brindando un rendimiento cronométrico óptimo con mínimas variaciones en la velocidad. Con más de 230 premios de cronometría, el Calibre 135-0 tiene la mayor cantidad de premios de cualquier calibre de cronómetro de observatorio en la historia de la relojería.

Ahora, siete décadas más tarde, la casa de subastas Phillips le ha propuesto a Zenith la posibilidad de trabajar con Kari Voutilainen, uno de los relojeros independientes vivos más respetados, para restaurar y decorar 10 movimientos Calibre 135-O originales que realmente participaron y ganaron concursos de cronómetros de observatorio, para montarlos en un reloj totalmente nuevo.

Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition 40.1350.135:21.C1000 Calibre

Calibre 135 observatorio Edición limitada

El resultado es el Calibre 135 Observatoire Edición limitada, producido en una serie de 10 piezas y vendido exclusivamente por Phillips en asociación con Bacs & Russo.

Inspirándose en varias referencias de la década de 1950 al combinar los detalles más emblemáticos con acentos contemporáneos, este reloj tiene una caja redonda de platino, de 38 mm de diámetro y 10,35 mm de grosor, con asas cónicas y una corona con muescas de gran tamaño.

Debajo del cristal de zafiro, abombado, la esfera, negra y ligeramente abombada, hecha en plata de ley del taller Comblémine de Kari Voutilainen, presenta un grabado guilloché en un motivo de escamas de pescado combinado con marcadores de hora triangulares y marcadores de punto pulidos, aplicados, en plata alemana rodiada y manecillas de oro macizo.

Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition 40.1350.135:21.C1000 Detalle esfera

Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition 40.1350.135:21.C1000 Detalle trasera

El contador de segundos, de gran tamaño y situado a las 6 en punto, está inscrito con el número de serie del movimiento, lo que denota la naturaleza única de cada uno de estos relojes.

La esfera lleva la firma “Neuchâtel” en la parte inferior, ya que Zenith, Kari Voutilainen y el histórico Observatorio donde compitió y ganó el Calibre 135-O durante los años dorados de las competiciones de cronometría, tienen su sede en el Cantón de Neuchâtel.

Por primera vez en la historia del Calibre 135, movimiento cronómetro de observatorio, en este caso meticulosamente decorado y acabado por Kari Voutilainen, es visible a través de un fondo equipado con un cristal de zafiro.

Batiendo a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz), este movimiento es de cuerda manual y tiene una autonomía aproximada de 40 horas.

Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition 40.1350.135:21.C1000 Frontal

Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition 40.1350.135:21.C1000 Trasera

Dotación, disponibilidad y precio

Se entrega en una caja de cuero en forma de libro contenida en una caja de madera de nogal con cierres de latón, inspirada en los contenedores en los que se transportaban los calibres de competición de cronometría desde la Manufactura Zenith hasta el Observatorio de Neuchâtel cuando competían por un primer premio en ese momento. El Zenith Calibre 135 Observatoire Limited Edition ref. 40.1350.135/21.C1000 se vende exclusivamente por Phillips a un precio aproximado de 128.000 euros. El precio es realmente elevado, y la edición, muy limitada, pero sin duda es de agradecer que Zenith comparta y ofrezca tesoros ocultos como éstos, de su propio patrimonio, en una serie tan especial.

Jaime Civantos Capella