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Para celebrar el día de San Valentín, Blancpain declara una vez más su amor a través de una nueva pieza femenina.

Un cielo de madreperla decorado con 19 diamantes y 4 rubíes a modo de constelaciones decora la esfera de este nuevo reloj dedicado al día de los enamorados. Todos de talla brillante y fijados con la técnica de “engaste estrella”. Este tipo de engarce consiste en utilizar una base de metal para ajustar la piedra en la esfera. Por primera vez en las colecciones Blancpain, las femeninas fases de la luna de zafiro se han situado inclinadas a la altura de las 6 horas. Esta indicación está ornamentada con un fino ribete y la apertura luce una forma delicada y redondeada. Una luna con rostro femenino ilustra una divertida anécdota, pues la mosca que se encuentra justo al lado de la sonrisa, era utilizada en la Europa del siglo XVIII, por las damas de la Corte, como un elemento simbólico para enviar mensajes en clave a sus interlocutores. El contenido del mensaje dependía de dónde se colocaba la mosca.

La complicación relojera de las fases de la luna prácticamente había desaparecido hasta su re-introducción por Blancpain a principios de los años ochenta. Desde entonces se ha convertido en una de las señas de identidad de la Manufactura. La reproducción del ciclo lunar sobre la esfera de este reloj evoca los vínculos ancestrales entre la relojería y la astronomía. El rostro de la luna corresponde al de la fase lunar en curso. El mecanismo está compuesto por una rueda de 59 dientes, de modo que el disco de las fases lunares incluye dos ciclos completos de 29,5 días. Por ello, la luna está representada dos veces sobre el disco animado por dicha rueda. La aguja de los minutos y la de las horas, en forma de hojas de salvia, están caladas. En cuanto al segundero, está representado por una aguja en forma de flecha que atraviesa un corazón, un guiño simbólico a Cupido. La caja de acero presenta un diámetro de 29,2 mm. El bisel está ornamentado con 48 diamantes y las asas con 20. La corona está engastada con un imponente diamante talla rosa.

Una técnica de vanguardia

En el corazón de este Villeret San Valentín 2018 palpita el movimiento de carga automática 913 L, dotado de un volante en glucydur con tornillos micrométricos de regulación de oro y de una espiral de silicio. Este material, que constituye una auténtica innovación para la industria relojera, presenta varias ventajas. Para empezar, su baja densidad lo hace más ligero y, por consiguiente, más resistente a los golpes. Además, no reacciona ante los campos magnéticos. Por último, su espiral posee una geometría casi perfecta que mejora el isocronismo del movimiento y, por ende, la precisión del reloj.

El fondo de cristal de zafiro oculta un secreto reservado a su propietaria: la masa oscilante de oro amarillo rodiado luce un corazón atravesado por una flecha y por múltiples rayos de sol.

El Villeret San Valentín 2018 tiene una pulsera roja de aligátor y está disponible en edición limitada de 99 unidades, grabadas y numeradas.

Jaime Civantos Capella
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