TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport
La línea Carrera de TAG Heuer siempre ha sido sinónimo de precisión y deportividad, y con el nuevo lanzamiento de los modelos Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport, que completan, por ahora, la nueva línea Carrera Chronograph Extreme Sport que veíamos recientemente, la marca ha dado un paso más en la alta relojería deportiva. Estos dos nuevos modelos fusionan el rendimiento técnico de un cronógrafo con la maestría del tourbillon, añadiendo un diseño audaz que reafirma la esencia innovadora de TAG Heuer.
Ambos modelos cuentan con una construcción de caja modular, que integra un contenedor y dos barriletes laterales ahuecados, acabados con una elegante textura pulida con chorro de arena. Esta característica no sólo les aporta una estética moderna y robusta, sino también una funcionalidad excepcional, destacando la durabilidad y resistencia necesarias para un reloj deportivo extremo. Las dimensiones de la caja son 44 mm de diámetro y 15,10 mm de grosor, manteniendo una resistencia al agua hasta 100 metros (330 pies), ideal para quienes buscan un reloj de lujo que pueda soportar las condiciones más desafiantes.
El primer modelo, TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport en titanio, se distingue por su caja de titanio de grado 2 pulido con chorro de arena, lo que le otorga una ligereza notable sin sacrificar la resistencia. El bisel, elaborado en carbono forjado, complementa perfectamente la caja, con marcas grabadas en gris que añaden un toque técnico y futurista. La esfera esqueletizada con revestimiento NAC (aleación negra de platino) ofrece una vista detallada de los intrincados componentes del mecanismo, con detalles granulados en negro y un reborde oscuro con un contorno gris que destaca los índices y agujas chapados en rodio. La estética general es decididamente técnica y moderna, con una sensación de maquinaria expuesta que atrae la atención a los detalles técnicos del reloj.
En cuanto a la variante en oro rosa de 18 quilates (5N), este modelo ofrece un contraste más cálido y lujoso. La caja bimaterial combina la nobleza del oro rosa con un contenedor de titanio de grado 2 con revestimiento DLC negro, que le otorga un aire sofisticado sin perder la esencia deportiva. El bisel de oro rosa macizo con marcas negras crea un elegante contraste, mientras que la esfera esqueletizada con detalles granulados en negro, índices y agujas chapados en oro rosa, junto con el reborde negro de contorno dorado, añaden un toque de opulencia refinada. El tourbillon, situado a las 6 en punto, es sin duda el protagonista, mostrando su complejidad mecánica y proporcionando una visión clara de la maestría relojera que caracteriza a TAG Heuer.
Ambos modelos presentan un fondo de caja abierto, permitiendo admirar el calibre TH20-09 de fabricación propia de la marca. Este calibre cuenta con un embrague vertical, una rueda de pilares, y un rotor en forma de escudo que hace un guiño directo al icónico logo de la marca. Además, ofrece un sistema de rebobinado automático bidireccional y una impresionante reserva de marcha de 65 horas, lo que asegura un rendimiento fiable incluso en condiciones extremas. La garantía extendida de cinco años respalda la durabilidad y calidad de estos relojes.
En cuanto a los precios, el modelo en titanio (ref. CBU5080.FT6272) tiene un precio de 27.500 euros, mientras que la versión en oro rosa (ref. CBU5050.FT6273) se ofrece a 32.250 euros. Sin duda, estos precios reflejan no sólo los materiales preciosos utilizados, sino también la complejidad mecánica y el diseño innovador que definen a estos modelos.
Desde mi perspectiva, el diseño de estos relojes es simplemente espectacular. El uso del titanio y el carbono forjado en el modelo de titanio le confiere una estética futurista y agresiva, mientras que la variante en oro rosa es una muestra de cómo el lujo y la funcionalidad pueden fusionarse perfectamente. La integración del tourbillon en el diseño no sólo añade una complejidad técnica, sino que también mejora visualmente la esfera esqueletizada, creando una sensación de profundidad y dinamismo que es difícil de igualar en otros relojes deportivos. En definitiva, TAG Heuer ha logrado combinar la alta relojería con la deportividad extrema de una manera elegante y audaz.