Seleccionar página
Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone

Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone

Zenith y el artista argentino-español Felipe Pantone se unen nuevamente en un encuentro que mezcla lo mejor de la alta relojería con el vibrante mundo del arte cinético y geométrico. En esta última colaboración, el Defy Skyline Tourbillon se reinventa, haciendo una declaración audaz y visualmente hipnótica, que trasciende lo que esperamos en el diseño de un reloj de lujo. Exploraremos de cerca los detalles de esta pieza, que se presenta como un verdadero espectáculo visual.

Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone 03.9301.3630/49.I001

La caja del reloj, de 41 mm, retiene la icónica forma octogonal del Defy Skyline, con acabados de acero inoxidable cepillado y pulido que enfatizan sus bordes nítidos y angulares. Cada esquina de la caja está grabada con las letras “FPT1”, destacando que esta es la primera colaboración tourbillon entre Zenith y Pantone. La caja octogonal y el bisel de 12 lados añaden una sensación de geometría precisa, un guiño al estilo artístico característico de Pantone, quien juega con las líneas, ángulos y la interacción de la luz en sus obras.

Lo que sin duda capta la atención de inmediato es la esfera. En lugar de un diseño convencional, la esfera de zafiro presenta un efecto de iridiscencia vibrante que cambia según el ángulo desde el que se mire. Este efecto se logra mediante una meticulosa metalización espejada y un patrón de texturización láser que se descompone en un arcoíris de colores brillantes. Las manecillas, así como los marcadores de horas en forma de rayo, siguen este mismo patrón de degradado multicolor gracias a su acabado en PVD, creando una coreografía de color en constante cambio que emula la obra cinética de Pantone.

El tourbillon, ubicado estratégicamente a las 6 horas, está integrado en el diseño de forma espectacular. Su puente también presenta un acabado en tonos arcoíris, lo que aporta una energía dinámica y futurista al reloj. Además, el tourbillon regula el movimiento automático de alta frecuencia El Primero 3630, que opera a 5 Hz, con una reserva de marcha de 60 horas. Este calibre, de manufactura propia, también se puede admirar desde el fondo transparente de la caja, donde una masa oscilante en forma de estrella, con un patrón en rayos de sol y un recubrimiento de PVD en tonalidades arcoíris, añade un toque de arte en movimiento.

Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone 03.9301.3630/49.I001 Lifestyle

Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone 03.9301.3630/49.I001 Detalle carrura

Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone 03.9301.3630/49.I001 Detalle esfera

Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone 03.9301.3630/49.I001 Detalle trasera

Otro detalle fascinante es la textura del reloj, en general y en todos los detalles. Las líneas geométricas que atraviesan la caja y la pulsera reflejan una mezcla entre diseño industrial y arte contemporáneo, evocando una arquitectura futurista y audaz. El brazalete de acero inoxidable, perfectamente integrado en la caja, también contribuye a esta estética impecable, aunque la pieza viene con una correa de caucho adicional que lleva un patrón inspirado en un cielo estrellado, aportando versatilidad y un toque más casual.

Desde cada ángulo podemos notar el esmero en los detalles, desde la textura refinada del acero inoxidable hasta los sutiles toques de color que Pantone ha logrado fusionar perfectamente con la ingeniería de Zenith. La parte trasera del reloj revela la complejidad técnica del movimiento tourbillon, pero también son una obra de arte en sí mismas gracias a la intervención de Pantone en el diseño del rotor y otros elementos.

En conclusión, el Zenith Defy Skyline Tourbillon Felipe Pantone es mucho más que un reloj; es una pieza de arte portátil, donde el dinamismo de los colores y las formas elevan la precisión relojera a un nuevo nivel de creatividad y expresión. Con una edición limitada a sólo 100 unidades, la exclusividad de esta referencia 03.9301.3630/49.I001 se alinea perfectamente con el nivel de detalle y la calidad que ofrece. Su precio de 65.000 euros refleja no sólo la complejidad de su movimiento y construcción, sino también la fusión de dos mundos creativos que, aunque distintos, se complementan de manera espectacular en esta pieza única.

Cada vez que mires tu muñeca, el reloj estará listo para deslumbrarte con una nueva faceta, ya sea a través del cambio de luz sobre su esfera iridiscente o el movimiento constante del tourbillon. Es, en esencia, una obra de arte viva, que respira a través de la mecánica y el color, uniendo la tradición con la vanguardia en un solo vistazo.