La línea Classic Dream de Tissot lleva años representando el lado más atemporal y elegante de la marca. Durante más de una década ha sido el punto de entrada a la relojería suiza tradicional dentro del catálogo de Le Locle, con modelos de cuarzo sencillos, limpios y versátiles. Ahora, Tissot da un paso más y equipa por primera vez a esta colección con su célebre movimiento automático Powermatic 80, logrando una combinación que hasta hace poco parecía imposible: un reloj suizo mecánico, con 80 horas de reserva de marcha, y un precio de partida inferior a los 500 euros.
Un paso adelante para un clásico
La colección Classic Dream Powermatic 80 está formada por siete nuevas referencias —T158.407.16.041.00, T158.407.11.031.00, T158.407.11.051.00, T158.407.36.031.00, T158.407.36.261.00, T158.407.22.031.00 y T158.407.22.031.01— que amplían la familia con una estética clásica, más refinada y con un corazón mecánico de última generación.
La caja, de 40 mm de diámetro, mantiene unas proporciones equilibradas que resultan idóneas tanto para muñecas medianas como para quienes buscan un reloj elegante y cómodo de diario. Es completamente redonda, con asas rectas y perfil estilizado, y luce un acabado pulido en la parte frontal, que aporta brillo y presencia, contrastado con cepillado satinado en la parte posterior. La corona acanalada, firmada con la “T” de Tissot, tiene forma de diamante y ofrece un agarre preciso sin romper la armonía del conjunto.
El fondo es ciego, atornillado y grabado con la información técnica habitual de la marca: acero inoxidable 316L, hermeticidad hasta 5 bar (50 m) y el número de referencia. Su perfil lateral delgado permite que el reloj se deslice fácilmente bajo el puño de una camisa, algo que refuerza su carácter de reloj de vestir moderno.
Powermatic 80: la esencia suiza accesible
El gran protagonista de esta nueva generación es el movimiento Powermatic 80, evolución directa del clásico ETA 2824-2, rediseñado en 2011 por Swatch Group para optimizar su rendimiento. Tissot lo incorpora aquí en su versión más actual, con espiral antimagnética Nivachron, una frecuencia reducida a 3 Hz (21.600 alternancias/hora) y una impresionante reserva de marcha de 80 horas, el doble que un automático estándar.
La precisión es estable y el sistema de regulación, realizado por láser, garantiza homogeneidad en la producción. Aunque el mantenimiento y ajuste deben hacerse en los centros oficiales del grupo, la fiabilidad y durabilidad de este calibre son argumentos sólidos dentro de su rango de precio.
Esferas limpias, clásicas y bien ejecutadas
La sobriedad elegante define al Classic Dream Powermatic 80. Sus esferas, con acabado rayos de sol, proyectan una luminosidad sutil que cambia según la incidencia de la luz. Están disponibles en azul, negro, dorado o plateado, cada una con una personalidad distinta pero siempre bajo el mismo lenguaje: equilibrio, claridad y proporciones acertadas.
Los índices aplicados y facetados, largos y finos, añaden profundidad al diseño y ayudan a leer la hora con precisión. Las agujas dauphine —también facetadas— refuerzan el carácter clásico y ofrecen un juego de reflejos que realza el conjunto. No hay material luminiscente, decisión intencionada que acentúa la pureza del diseño y lo orienta claramente hacia la elegancia más tradicional.
La ventana de fecha se ubica a las tres en punto, enmarcada con discreción y con fondo blanco para mantener la coherencia estética. Una escala perimetral de minutos y segundos completa la información sin saturar la esfera.
En mano, el reloj transmite sensación de solidez y un nivel de acabado superior a lo que su precio sugeriría. Las superficies metálicas están bien pulidas, los bordes son limpios y la transición entre caja y asas está perfectamente resuelta.
Correas y brazaletes con opciones para todos
Tissot ofrece dos estilos de configuración:
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Correas de cuero con hebilla clásica de ardillón, disponibles en negro o marrón oscuro, aportan un aire más formal.
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Brazaletes metálicos de cinco filas, con acabado mixto pulido/cepillado, realzan el carácter versátil del modelo y añaden un toque de deportividad contenida.
Además, ambos sistemas cuentan con pasadores de liberación rápida, lo que facilita el intercambio entre correa y brazalete sin necesidad de herramientas.
Colores, materiales y versiones
La colección juega con combinaciones de acero, PVD oro amarillo, PVD oro rosa y acabados bicolor. En todas las variantes se mantiene la elegancia minimalista que caracteriza a la línea Classic Dream, pero cada una ofrece una presencia distinta:
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El modelo de acero con esfera azul (T158.407.16.041.00) transmite un aire contemporáneo, fresco y juvenil.
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Las versiones bicolor (T158.407.22.031.00 y T158.407.22.031.01) combinan sofisticación y versatilidad, ideales como reloj único de uso diario.
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Los modelos en PVD dorado o rosa (T158.407.36.261.00 y T158.407.36.031.00) evocan el refinamiento clásico de la relojería de los años 50 y 60.
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Por su parte, las versiones en acero con esfera plateada o negra (T158.407.11.031.00 y T158.407.11.051.00) son los más sobrios y atemporales.
Mi valoración
El Tissot Classic Dream Powermatic 80 representa uno de los mejores ejemplos actuales de cómo la relojería suiza puede seguir ofreciendo calidad, precisión y diseño a precios razonables. El reloj no busca reinventar la estética clásica, sino perfeccionarla: líneas limpias, proporciones equilibradas, esferas sin artificios y acabados que demuestran el saber hacer de la casa.
Su polivalencia es otro punto fuerte. Puede funcionar perfectamente como reloj de oficina, pieza de vestir o incluso reloj único para quien quiera un automático suizo sin gastar más de 500 euros. La ausencia de luminiscencia o de detalles superfluos refuerza la idea de pureza y sobriedad; este es un reloj que no pretende llamar la atención, sino acompañar discretamente y con elegancia.
En el apartado técnico, el Powermatic 80 sigue siendo una referencia dentro de los movimientos automáticos de su rango. Su reserva de 80 horas, la protección antimagnética y la estabilidad de marcha lo sitúan muy por encima de muchos competidores directos.
El conjunto caja-correa-esfera transmite coherencia y calidad de fabricación. En la muñeca resulta ligero, equilibrado y cómodo, con una sensación de solidez que inspira confianza.
Un reloj que devuelve sentido a la relojería suiza accesible
Los nuevos Tissot Classic Dream Powermatic 80 ya están disponibles en la web oficial de Tissot y en distribuidores autorizados.
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475 EUR para las versiones en acero con correa de piel.
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495 EUR para las versiones con recubrimiento PVD (oro amarillo o rosa) o acero con brazalete.
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515 EUR para las versiones bicolor con brazalete de acero y PVD dorado.
Con esta nueva generación, Tissot consigue algo poco común: un reloj suizo mecánico, elegante y con un movimiento de 80 horas de reserva, por menos de 500 euros. El Classic Dream Powermatic 80 recupera la esencia de la relojería accesible de la marca, esa que combina diseño intemporal, precisión técnica y una relación calidad-precio difícil de igualar.
Es, en definitiva, uno de los mejores relojes automáticos de entrada al universo Swiss Made que se pueden adquirir hoy, un clásico moderno con auténtica sustancia.
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