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Hay relojes que marcan la hora, y otros que marcan una época. El Casio CA-500WEBF “Back to the Future” pertenece sin duda al segundo grupo: una cápsula del tiempo digital que conecta directamente con el corazón ochentero de toda una generación. No es sólo un reloj con calculadora; es un homenaje tangible al espíritu de Regreso al Futuro, a la ingeniería japonesa de los 80 y a la nostalgia tecnológica más pura.

Casio Back To The Future CA 500WEBF-1A

El legado del CA-500WE y su salto temporal

Para entender esta edición especial hay que viajar al pasado, concretamente a 1985, el año en que Back to the Future se estrenó y el mundo conoció a Marty McFly, su monopatín volador y, cómo no, su Casio CA-53W en la muñeca. Ese reloj calculadora se convirtió en un símbolo del geek chic antes de que existiera ese término.

Casi cuatro décadas después, Casio ha decidido rendir tributo al mito cinematográfico y al propio linaje de relojes digitales lanzando el CA-500WEBF, una reinterpretación del CA-500WE, el modelo base metálico de su serie Vintage. Mantiene el ADN clásico del CA-500: forma rectangular, pantalla digital con calculadora de 8 teclas, cronómetro, alarma diaria, calendario automático y precisión de ±15 segundos al mes. Pero lo reviste con una pátina de homenaje cinematográfico que roza lo emocional.

Un diseño que mezcla acero, neón y ciencia ficción

A primera vista, el reloj desprende ese brillo metálico tan característico de la gama Vintage Edgy de Casio. La caja y la pulsera de acero inoxidable tienen un acabado pulido que recuerda al cuerpo de acero cepillado del mítico DeLorean DMC-12, la máquina del tiempo creada por Doc Brown. La elección no es casual: cada reflejo del metal parece evocar las curvas del coche que viajó a 88 millas por hora para romper la barrera temporal.

En la pantalla LCD, el marco negro resalta sobre el acero y ofrece un guiño visual a los paneles de control del DeLorean. Casio ha incorporado detalles gráficos inspirados en las coordenadas temporales de la película: los años 1955, 1985 y 2015 aparecen discretamente como referencia a los destinos temporales más recordados de la saga.

El resultado es un equilibrio magistral entre la sobriedad del diseño original y el atrevimiento visual del homenaje. Es, literalmente, un reloj que parece haber salido del tablero de instrumentos del DeLorean.

Grabados que viajan al corazón del fan

Girar el reloj revela uno de los toques más emocionantes para los coleccionistas: la tapa trasera grabada con el condensador de fluzo, ese triángulo luminoso que hacía posible el viaje temporal. Es un símbolo inequívoco, grabado con precisión láser, que convierte este Casio en una pieza para entendidos.

El grabado no es la única sorpresa. El reloj llega en un packaging exclusivo con estética VHS, una caja que emula las viejas cintas de vídeo en las que muchos vimos Regreso al Futuro por primera vez. Dentro, el reloj descansa como una joya retrofuturista, acompañada por una funda exterior con los logos de la colaboración y la tipografía clásica del film. Es un detalle delicioso que transforma la experiencia de compra en un viaje nostálgico en sí mismo.

Funcionalidad atemporal

Pese a su homenaje cinematográfico, el CA-500WEBF no renuncia a la esencia funcional que define a Casio. Dispone de calculadora de ocho dígitos, cronómetro de 1/100 de segundo, alarma diaria, hora dual, calendario automático y resistencia al agua de tipo básico (WR), suficiente para el uso cotidiano. Su batería CR1616 ofrece una autonomía aproximada de 5 años, fiel a la fiabilidad casi eterna que caracteriza a la marca.

En la muñeca, su peso ligero (aprox. 50 g) y su dimensión contenida (42,0 × 33,0 × 7,0 mm) lo hacen cómodo incluso para muñecas pequeñas, manteniendo ese encanto compacto que distingue a los Casio calculadora.

Un tributo para viajeros del tiempo

El Casio CA-500WEBF no pretende reinventar el reloj digital; pretende recordarnos por qué lo amamos. Es un objeto que une dos leyendas: la de Casio y la del cine de ciencia ficción ochentero. Su valor no está sólo en el acero o el cuarzo, sino en lo que representa: una conexión directa con el pasado, un guiño a quienes crecimos soñando con viajes temporales, hoverboards y flux capacitors.

Y si Marty McFly volviera hoy al presente, seguramente sonreiría al ver este modelo en las vitrinas. Porque, en el fondo, este reloj nos recuerda que, aunque el tiempo pase, los buenos iconos nunca envejecen… sólo cambian de época.

Jaime Civantos Capella