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Che strano chiamarsi Federico - Director Ettore ScolaLa Bienal de Venecia y Jaeger-LeCoultre tienen el placer de anunciar que el maestro del cine italiano Ettore Scola ha ganado este año el premio Jaeger-LeCoultre “Glory to the Filmmaker Award”, por haber contribuido plenamente al desarrollo del cine contemporáneo.

Al anunciar la concesión de este premio a Ettore Scola, el director del Festival Internacional de Cine de Venecia Alberto Barbera declaró: “Desde sus inicios como escritor satírico para el semanario Marc’Aurelio hasta el reciente y magnífico homenaje a su amigo Federico Fellini, que será presentado en el Festival Internacional de Cine de Venecia este año, Scola se ha impuesto como uno de los autores más importantes del cine italiano, contribuyendo de manera significativa a su grandeza y difusión internacional, primero como guionista y luego como director. Este premio manifiesta nuestro inmenso reconocimiento por los numerosos regalos que nos ha ofrecido a lo largo de su larga y ejemplar carrera artística.

El director general de Jaeger-LeCoultre, Daniel Riedo, declaró: “Jaeger-LeCoultre, que celebra este año su 180 aniversario, se ha impuesto como protagonista de la industria relojera. Auténtica referencia en términos de espíritu de innovación e inventiva, nuestra casa también es célebre por su respeto a las tradiciones relojeras. La misma abnegación caracteriza las grandes proezas cinematográficas y las hazañas relojeras. Y si Jaeger-LeCoultre posee desde siempre afinidades con el séptimo Arte, es, sin lugar a dudas, porque al igual que en el cine su universo está marcado por una efervescencia creativa y una tradición artística inspirada, realzada de audacia tecnológica”.

La entrega oficial del premio a Ettore Scola será el 6 de septiembre durante la ceremonia de entrega de premios del 70° Festival Internacional de Cine de Venecia (del 28 de agosto al 7 de septiembre de 2013), festival dirigido por Alberto Barbera y organizado por la Bienal de Venecia, bajo la dirección de Paolo Baratta.

Después de la adjudicación del premio en la Sala Grande, el 70° Festival de Cine de Venecia presentará en primicia mundial la nueva película de Ettore Scola, Che strano chiamarsi Federico! (¡Qué extraño llamarse Federico!) en homenaje a Federico Fellini en el 20° aniversario de su desaparición.

En el pasado, dos películas de Ettore Scola fueron presentadas a concurso en el Festival Internacional de Cine de Venecia: Che ora è? (¿Qué hora es?), en 1989, con Marcello Mastroianni y Massimo Troisi, quienes ese año compartieron la Copa Volpi al mejor actor, y Romanzo di un giovane povero (El romance de un joven pobre), en 1995, con la que Isabella Ferrari recibió la Copa Volpi a la mejor actriz secundaria. En 1998, Scola presidió el jurado internacional que concedió el León de Oro a Così ridevano (Así reían), de Giani Amelio. Además, cuatro películas de Ettore Scola fueron nominadas al

Óscar: Una giornata particolare (Una jornada particular) en 1977, I nuovi mostri (Los nuevos monstruos) en 1978, Ballando ballando (El baile o Bailando bailando) en 1983, et La famiglia (La familia) en 1988. Scola también ganó siete Lazos de Plata, seis premios David de Donatello y tres Césares.

Jaeger-LeCoultre es patrocinador del Festival Internacional de Cine de Venecia por novena vez consecutiva, además del Glory to the Filmmaker Award por séptima vez consecutiva. Este premio ya ha sido otorgado a Takeshi Kitano (2007), Abbas Kiarostami (2008), Agnès Varda (2008), Sylvester Stallone (2009), Mani Ratnam (2010), Al Pacino (2011) y Spike Lee (2012). Ettore Scola es el primer director italiano galardonado con este premio.

Ettore Scola nació en Trevico, provincia de Avellino, en 1931; y desde hace 50 años es una de las principales personalidades del cine italiano de vanguardia. Hoy goza de gran fama internacional. Scola es uno de los guionistas y directores que más ha contribuido al desarrollo artístico del cine italiano. En su juventud colaboró con la revista satírica romana “Marc’Aurelio” (junto a Federico Fellini), luego se inició como guionista en la primera mitad de los años 1950, antes de pasar detrás de la cámara a mediados de los años 1960. Como autor de libretos, se le considera uno de los padres fundadores del género llamado Commedia à l’Italiana, ya que participó a la creación de algunas referencias del género – Il sorpasso (El Fanfarrón), I nuovi mostri (Los nuevos monstruos), Io la conoscevo bene (Yo la conocía bien). Este largo aprendizaje lo ayuda a afinar su visión y a desarrollar un estilo matizado pero particularmente perspicaz, lo que le granjeó los favores del público italiano y extranjero (en particular el francés). Como realizador, su interés se dirige a otros temas y a soluciones narrativas más complejas: una evolución que constituye la base de la reflexión crítica del drama C’eravamo tanto amati (Nos habíamos amado tanto), 1974. Esta historia de amistad surgida de una reflexión sobre el período postguerra, con Vittorio Gassman, Nino Manfredi y Stefania Sandrelli, es un fresco histórico consagrado a Italia y a sus episodios de marginalización más emblemáticos. Después de Brutti, sporchi e cattivi (Feos, sucios y malos), en 1976, la que le generó el premio de la puesta en escena en Cannes, realiza Una giornata particolare (Una jornada particular), en 1977, película que recibió dos nominaciones al Oscar, una en la categoría de mejor película extranjera y otra al mejor actor por la interpretación de Marcello Mastroianni. Esta película relata la triste historia del encuentro de dos personas abandonadas por motivos muy distintos, magistralmente interpretadas por Sophia Loren y Marcello Mastroianni. En La Terrazza (La terraza),1980, con Ugo Tognazzi, Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni, esboza un retrato despiadado de los intelectuales y pseudo-intelectuales de la alta sociedad romana. La experiencia de Ballando ballando (bailando bailando o El Baile), 1980, nominada al Oscar en la categoría de mejor película extranjera y premiada con dos Cesar, película musical sin diálogos reconstituye 50 años de la historia de Francia en el microcosmos de una sala de baile, testigo de la voluntad del realizador de tratar cosas nuevas. La Famiglia (La familia), 1986, candidata al Oscar como mejor película extranjera con Vittorio Gassman, Stefania Sandrelli y Fanny Ardant, es otro gran fresco que resume 80 años de vida, a través de la cual Scola refleja las transformaciones y contradicciones de la nueva sociedad italiana. Después de la íntima Che ora è? (¿Qué hora es?), 1989, en el Festival de Cine de Venecia, relata en Il romanzo di un giovane povero (El romance de un joven pobre), 1995, igualmente en concurso en Venecia, un hecho de menor actualidad desde un punto de vista grotesco. Su siguiente película, La cena (La cena), 1998, con Gassman, Ardant y Sandrelli, se somete a la unidad de tiempo y de lugar para efectuar un rápido boceto de la Italia contemporánea, mientras que Concorrenza sleale (Competencia desleal), 2001, con Diego Abatantuono, Sergio Castellitto y Gérard Depardieu, es un amargo requisitorio contra la complacencia con la que el pueblo italiano aceptó la propagación del racismo en los años 30. En la película semi documental

Gente di Roma (2003), Scola describe con afección la población de la Roma de hoy. En 2011, Ettore Scola ganó el premio David de Donatello por el conjunto de su obra en la conmemoración de su 80° aniversario. También recibió el Gran Premio Torino en 2012.