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Longines presenta una brillante evolución de su línea más femenina con el lanzamiento de los nuevos Mini Dolcevita en versiones bicolor, combinando acero inoxidable con oro dorado o rosado de 18 quilates. Este despliegue de armonía estética y técnica rinde homenaje a la rica tradición de la marca, que remonta su maestría en los relojes-joya al siglo XIX y cuya inspiración formal se ancla en un modelo rectangular icónico creado por Longines en 1927.

Reinterpretación moderna de la elegancia clásica

El Mini Dolcevita no busca imponerse por exuberancia, sino por sofisticación y presencia refinada. La caja rectangular, de 21,50 mm por 29,00 mm, encuentra proporciones que rozan lo perfecto. Las líneas suaves, sin agresividad visual, convierten a este reloj en una pieza ideal tanto para el uso diario como para acompañar atuendos más formales.

Longines ha logrado que esta caja estrecha, baja y ligera (apenas 6,75 mm de grosor) conserve toda su personalidad gracias a la elección precisa de acabados y materiales. La variante en oro rosado (como la referencia L5.200.5.79.7) transmite una calidez sofisticada, mientras que el oro dorado de la versión L5.200.5.78.7 mantiene un tono más clásico y versátil. Ambas opciones ofrecen versiones con engaste de 38 diamantes Top Wesselton que aportan un brillo sutil —y no ostentoso— a los contornos de la caja, lo que refuerza su estatus como reloj-joya sin perder elegancia.

Juego de luces y relieves: la esfera como protagonista

Uno de los mayores aciertos del Mini Dolcevita es su esfera plateada flinqué. A primera vista, transmite serenidad, pero al observarla con detenimiento, revela un sutil efecto guilloché de inspiración geométrica que cobra vida con la luz. Esta textura proporciona profundidad sin caer en el barroquismo, una decisión de diseño particularmente inteligente.

El uso de números romanos azules pintados —completamente clásicos, bien espaciados y proporcionados— realza la formalidad del conjunto sin que resulte pesado. Las agujas de acero azulado, finas y ligeramente curvadas, dan continuidad al tono de los índices y permiten una lectura precisa con un toque artesanal.

La inclusión de un pequeño segundero a las 6, montado en una subesfera cuadrada, es otro gesto de elegancia funcional. Su presencia rompe el eje vertical sin desestabilizar la composición, y es un detalle que ofrece personalidad propia a cada modelo.

Corona y pulsera: detalles que importan

La corona de oro de 18 quilates, ya sea en tono dorado o rosado, se mantiene fiel a las proporciones contenidas del reloj. Es discreta pero fácil de manipular, con un diseño acanalado que añade textura sin interferir con la suavidad general de la caja. Su inserción resulta limpia, casi orgánica.

Las pulseras bicolor son verdaderamente destacables. Longines ha diseñado un brazalete en el que las piezas de acero y oro se entrelazan en una secuencia armoniosa. No sólo resulta elegante, sino que además ofrece una comodidad excepcional gracias a su maleabilidad y a un triple cierre desplegable con pulsador, que asegura discreción y funcionalidad. En muñeca, el reloj se siente ligero pero firme, y el juego de reflejos entre los metales confiere dinamismo visual sin ser llamativo.

Técnica y filosofía Longines

Todos los modelos están equipados con el movimiento de cuarzo L178, un calibre suizo de alta precisión que asegura un funcionamiento fiable con el mínimo mantenimiento. Con una resistencia al agua de hasta 30 metros, estos relojes no están pensados para la aventura, sino para el estilo diario con seguridad.

Como es habitual en Longines, el cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos por ambos lados permite una legibilidad óptima en cualquier entorno de luz. Esta elección de materiales y acabados técnicos demuestra que, aunque el Mini Dolcevita sea un reloj-joya, no sacrifica en absoluto la calidad relojera suiza.

Una colección con personalidad diversa

Los cuatro modelos disponibles son:

  • L5.200.5.78.7: acero y oro dorado con diamantes – refinado y clásico.

  • L5.200.5.79.7: acero y oro rosado con diamantes – cálido y contemporáneo.

  • L5.200.5.70.7: acero y oro dorado sin diamantes – minimalista y versátil.

  • L5.200.5.71.7: acero y oro rosado sin diamantes – elegante y discreto.

Todos ellos comparten las mismas características técnicas, variando solamente en la decoración de la caja y el color del oro. En cuanto a precios, la versión sin diamantes tiene un precio de 2.300 €, mientras que las versiones engastadas ascienden a 3.050 € (datos oficiales Longines, mayo de 2025).

conclusión: elegancia en miniatura

Los nuevos Longines Mini Dolcevita resumen, en menos de 30 mm, toda una filosofía estética y funcional. Son piezas que apelan al gusto por lo clásico, pero con sensibilidad moderna, y se convierten fácilmente en el tipo de reloj que no sólo adorna la muñeca, sino que acompaña a su portadora con una personalidad discreta, firme y atemporal.

Como bien dice Longines, “Elegance is an attitude”, y estos Mini Dolcevita lo demuestran con creces.

Jaime Civantos Capella