En un año en el que la Fórmula 1 gana cada vez más protagonismo fuera del asfalto, el nuevo Tudor Black Bay Chrono Carbon 25 irrumpe en escena como un homenaje audaz al espíritu de las carreras, a la ingeniería avanzada y al diseño contemporáneo. Esta edición limitada, referencia 79377KN, nace de la colaboración entre Tudor y el equipo Visa Cash App Racing Bulls, con motivo de la temporada 2025 del campeonato, y se inscribe dentro de la colección Daring Watches, junto a piezas como el Black Bay Chrono Pink o el Ceramic Blue.
Estética y diseño: pura adrenalina sobre la muñeca
Desde el primer vistazo, el Black Bay Chrono Carbon 25 no deja lugar a dudas: estamos ante una pieza diferente, radical y deportiva. Su caja de 42 mm de diámetro mantiene las proporciones clásicas del Chrono, pero ahora, con un grosor de 14,3 mm, logra una presencia más estilizada en comparación con las versiones en acero (ligeramente más gruesas). La caja, el bisel fijo taquimétrico y los eslabones terminales están elaborados en fibra de carbono, otorgándole no sólo ligereza, sino también una estética técnica y vanguardista. El texturizado mate del carbono le confiere un carácter instrumental, como si estuviera diseñado para soportar las exigencias de la pista.
Los pulsadores atornillados están fabricados en titanio con recubrimiento PVD negro, al igual que el fondo de caja macizo, mientras que la corona, también atornillada, es de acero con PVD. Todo en este reloj transmite solidez y precisión, sin concesiones estéticas superfluas. El conjunto está rematado por un cristal de zafiro abovedado, que aporta una leve curvatura visual y refuerza el carácter vintage-racing del modelo. La hermeticidad se garantiza hasta 200 metros, lo que lo convierte en un cronógrafo perfectamente funcional tanto dentro como fuera del circuito.
Esfera: un espectáculo de contraste y profundidad
Si hay algo que atrapa inmediatamente en este reloj es su esfera. Inspirada en los monoplazas del equipo Visa Cash App para la temporada 2025, la configuración cromática es un acierto rotundo. La base en blanco opalino “racing white” aporta limpieza y contraste, mientras que los detalles en azul intenso —como los índices de los segundos, logotipos y escala periférica— añaden dinamismo sin caer en la estridencia.
Los subcontadores empotrados, construidos también en fibra de carbono, presentan una textura que juega con la luz y aporta profundidad visual. El disco de fecha en color negro, ubicado a las 6 h, mantiene la armonía del diseño sin robar protagonismo. Justo encima, la inscripción “200 m = 660 ft” en rojo pone la guinda a este juego de color de inspiración automovilística.
Las agujas Snowflake —inconfundibles en Tudor— así como los índices horarios circulares, todos con contorno negro y rellenos de Super-LumiNova blanca, ofrecen una legibilidad ejemplar tanto de día como de noche. En condiciones de baja luz, la luminiscencia azulada de la esfera convierte el reloj en una herramienta de precisión, sin perder su estética agresiva.
Movimiento: corazón de campeón
En el interior de esta máquina de carreras late el calibre MT5813, desarrollado por Tudor a partir del reconocido Breitling B01. Se trata de un movimiento cronógrafo automático certificado por el COSC, que ofrece una robustez mecánica excepcional gracias a su rueda de pilares, su espiral de silicio antimagnético y un volante de inercia variable. Funciona a una frecuencia de 4 Hz y dispone de una reserva de marcha de 70 horas, suficiente para olvidarte del reloj un fin de semana sin preocuparte por la cuerda.
La precisión del conjunto es notable: Tudor ajusta sus calibres con una tolerancia de -2/+4 segundos al día, lo cual lo posiciona entre los cronómetros más fiables de su categoría.
Correa y detalles finales: pura deportividad
La correa es un elemento clave en la identidad del Black Bay Chrono Carbon 25. Tudor ha optado por una solución híbrida que combina cuero y caucho, con un diseño que imita el dibujo de un neumático de competición, subrayando aún más su conexión con la pista. Las costuras azules armonizan con los detalles de la esfera, mientras que la hebilla de tipo ardillón presenta un acabado ennegrecido que mantiene la coherencia general del diseño.
Uno de los aspectos más atractivos de este modelo es su carácter exclusivo: sólo se producirán 2025 unidades, todas ellas numeradas individualmente en el reverso. El fondo de caja presenta un detallado grabado de un monoplaza de Fórmula 1 junto con el número de edición y el año, un guiño directo a su espíritu competitivo.
Una edición limitada con alma de pista
El Tudor Black Bay Chrono Carbon 25 no es sólo una variación estética más dentro de la familia Black Bay. Es una reinterpretación moderna, funcional y altamente coleccionable, que ofrece un equilibrio perfecto entre ligereza, resistencia, rendimiento técnico y diseño rompedor. Tudor ha conseguido un cronógrafo que no sólo evoca la velocidad, sino que la encarna en cada línea y cada textura.
Referencia: M79377KN-0001
Edición limitada: 2025 unidades
Precio: 7460 euros
Un reloj hecho para la pista… pero que también se defiende con estilo en la ciudad.
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