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Un icono dorado de elegancia discreta

Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Monoface Small Seconds Q713216J

En la edición de Watches and Wonders 2025, Jaeger-LeCoultre ha vuelto a hacer lo que mejor sabe: reinterpretar su leyenda con una mezcla perfecta de modernidad y tradición. Y en esta ocasión, lo ha hecho con uno de los Reverso más refinados de los últimos tiempos. El nuevo Reverso Tribute Monoface Small Seconds Q713216J, con su cálido y sofisticado brazalete Milanese de oro rosa, representa una visión depurada del lujo contemporáneo. Es un reloj que no necesita artificios para deslumbrar.

Un diseño que respira pureza y arte

Este Reverso es la quintaesencia de la elegancia discreta. Su caja rectangular, de líneas puras y proporciones armoniosas, mide 45,6 mm de largo por 27,4 mm de ancho, y con un grosor de tan sólo 7,56 mm, se ajusta con suma comodidad a la muñeca. Está elaborada en oro rosa de 18 quilates con un acabado completamente pulido, que capta la luz con un resplandor suave y uniforme. Los característicos acanalados horizontales en la parte superior e inferior de la caja actúan como firma visual del modelo, aportando textura sin romper la fluidez del diseño.

El sistema de reverso, fiel al espíritu del modelo desde su nacimiento en 1931, permite girar la caja para mostrar un reverso completamente liso, también en oro rosa pulido, ideal para personalizar con un grabado o simplemente disfrutar de su sobria belleza.

Una esfera que habla con voz propia

Si hay un aspecto que verdaderamente deslumbra en este modelo es su esfera granulada en tono dorado. Esta textura minuciosa —mate pero vibrante, cálida pero sobria— dota al conjunto de un carácter único, casi táctil. Sobre ella flotan índices horarios aplicados y alargados, cuidadosamente facetados para atrapar la luz con sutileza. Las agujas, tipo Dauphine, pulidas en dos planos, refuerzan esa sensación de artesanía silenciosa pero exquisita.

El detalle de la pista de minutos tipo ferrocarril en color burdeos es un acierto absoluto: aporta contraste, profundidad y dinamismo visual sin romper la coherencia cromática general. El pequeño segundero a las 6 h, también circundado por una escala burdeos, introduce un elemento de ritmo que equilibra la composición. No hay fecha, lo cual, en un reloj de esta estética, es una decisión más que acertada: aquí, menos es más.

Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Monoface Small Seconds Q713216J Reverso

Un brazalete que lo cambia todo

Una de las novedades más destacadas de esta referencia es el nuevo brazalete de tipo malla Milanese también en oro rosa macizo. Este no es un simple complemento; es una declaración de intenciones. Cada eslabón está compuesto por dos hilos de oro entrelazados que forman una estructura de doble capa: flexible, ergonómica, con una caída natural que envuelve la muñeca como una tela fluida.

El sistema de integración entre caja y brazalete es digno de mención: se ha refinado la unión de las asas para que el brazalete encaje de forma impecable en la geometría del reloj, elevando su sofisticación. A ello se suma un broche deslizante ajustable con sistema de cambio rápido, que garantiza tanto seguridad como facilidad de uso.

Técnica clásica, ejecución impecable

En su interior late el calibre manual Jaeger-LeCoultre 822, una creación de forma rectangular que encaja perfectamente en la arquitectura del Reverso. Este movimiento está compuesto por 108 piezas, con un grosor de sólo 2,94 mm. Oscila a 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y ofrece una respetable reserva de marcha de 42 horas. Como corresponde a la casa, todo el mecanismo está diseñado y ensamblado íntegramente en la manufactura de Le Sentier, lo que garantiza una calidad mecánica a la altura de su diseño.

El cristal de zafiro protege la esfera, y la caja cuenta con una resistencia al agua de 30 metros, más que suficiente para un reloj de carácter marcadamente elegante.

Conclusión: sobriedad, refinamiento… y carácter

Este Reverso no busca ser llamativo. No lo necesita. Su encanto reside en una sofisticación que se revela en los detalles: en la textura de la esfera, en la precisión de sus acabados, en la fluidez de su brazalete. Es un reloj para quien aprecia la historia, el diseño medido y la excelencia mecánica. Es una pieza que, sin decir nada, lo dice todo.

El Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Monoface Small Seconds, referencia Q713216J, tiene un precio de 44.800 euros. Un tributo en oro rosa a la elegancia atemporal.

Jaime Civantos Capella