Blancpain reinterpreta su Fifty Fathoms, el icónico reloj de buceo que ha inspirado al género desde su lanzamiento en 1953. La edición de 2019 mantiene su carácter deportivo, así como los atributos que caracterizan a la colección, y añade un toque de elegancia y de alta tecnología con una caja de oro rojo y esfera de cerámica.
El Fifty Fathoms es uno de los modelos imprescindibles de Blancpain. Tan arraigado está en su historia que la Manufactura lo presenta con gran orgullo esperando satisfacer hasta las más mínimas expectativas de los aficionados al buceo y demás deportes náuticos. Este año, Blancpain revela una elegante versión provista de una preciosa caja de oro rojo satinado y, por primera vez en la historia de la colección, con una esfera de cerámica azul. Con esta combinación inédita de materiales y colores, Blancpain propone un maridaje doblemente osado.
La cerámica técnica, que ya utilizó Blancpain en los biseles de sus modelos Bathyscaphe, tiene muchas ventajas. Su dureza, seis veces superior a la del acero, le confiere propiedades excepcionales tales como una resistencia y durabilidad extraordinarias. A pesar de lo complejo que resulta trabajarlo y fabricarlo, la apuesta de Blancpain por este material se debe a la profundidad cromática que le permite obtener. Así, el nuevo Fifty Fathoms Automatique presenta reflejos de cobalto que contrastan con el soleado centro de la esfera y el disco horario mate. El ADN de la colección se reconoce al instante : sus números, índices y agujas recubiertos de material luminiscente, su cristal de zafiro resistente a los arañazos y ligeramente abombado, y su bisel giratorio unidireccional de borde estriado, son detalles que nos remontan a los orígenes de este reloj. Estos signos distintivos, dictados por una larga experiencia con el buceo, garantizan una perfecta legibilidad en cualquier circunstancia.
Dotado de una caja de 45 mm de diámetro y hermético hasta 300 metros, el nuevo Fifty Fathoms Automatique late al ritmo del movimiento 1315. La larga búsqueda de la precisión y el rendimiento ha dado como resultado un diseño especialmente orientado a equipar relojes de vocación deportiva. Blancpain lo ha provisto de una masa oscilante de oro rojo muy denso que asegura una gran eficacia de carga para proporcionar una reserva de marcha óptima de cinco días cuando el reloj esté totalmente armado. Como guiño a la historia del Fifty Fathoms, el rotor está abierto. Esta geometría, importante en la época, permitía relajar la masa oscilante para evitar que el movimiento se deteriorara en caso de golpe.
En Blancpain, el lujo es emocional y sin ostentación. Así lo demuestra de nuevo la marca incorporando a la más clásica de sus colecciones una nueva pieza tan sobria como refinada. Este reloj extraplano nos devuelve a la esencia, al protagonismo de las horas y los minutos.
La elegancia y la discreción caracterizan los modelos de Villeret desde principios de los años 80. Y el nuevo Villeret Extra-plate no iba a ser la excepción a esta regla. Su aspecto es contemporáneo a la vez que respeta la estética emblemática y la autenticidad de la colección. El estilo Villeret se reconoce por su bisel double pomme delicadamente redondeado, su esfera luminosa, unas agujas minuciosamente trabajadas en forma de hojas de salvia caladas, índices en números romanos y forjados en oro, y por su fina caja.
Con el Villeret Extra-plate, Blancpain presenta un modelo que aún siendo más delgado que el resto de piezas de la colección, garantiza una fiabilidad y un rendimiento óptimos. Basado en el famoso calibre 1150, el movimiento de manufactura 11A4B de carga manual permite una autonomía de 4 días, alimentada por dos barriletes montados en serie y dotados de resortes de alto rendimiento. Esta construcción favorece un impulso de energía constante, garantía de precisión desde las primeras horas de marcha hasta los últimos minutos de autonomía del reloj. Con especial afán por hacer que sus relojes sean cómodos de utilizar, la Manufactura de Le Brassus ha equipado el nuevo Villeret Extra-plate con un indicador de reserva de marcha, grabado en el reverso para no sobrecargar la esfera. El movimiento, protegido por un fondo de zafiro, presenta una sutil decoración que se hace eco de la pureza de la cara frontal del reloj. Los puentes, cuya forma se ha rediseñado por completo, portan la tradicional decoración côtes de Genève, así como bordes achaflanados. Estos acabados de alta gama, que solo verá el portador, están en armonía con la filosofía de Blancpain y su concepto del reloj de prestigio.
El nuevo Villeret Extra-plate se presenta en una caja de oro rojo de 18 quilates o de acero de 40 mm de diámetro y 7,40 mm de espesor. La versión de oro viene con esfera opalina y correa de aligátor marrón, mientras que el modelo de acero se combina con una esfera blanca y correa de aligátor negra. Estos relojes también están disponibles con brazalete metálico estilo milanesa del mismo material que la caja. En total, son cuatro las novedades que se incorporan a la icónica colección Villeret de Blancpain.
Blancpain – Colección Villeret Abril 2019 Ref. 6656-3440-55B
Sobre la base de su prolongada tradición relojera y un saber hacer artesanal ancestral, Blancpain crea año tras año piezas excepcionales que seducen tanto por sus atributos técnicos como por su estética. Este año, la Manufactura presenta una edición limitada de su clásico modelo Villeret Quantième Perpétuel. Disponible exclusivamente en las tiendas de la firma, este reloj de platino con esfera azul se editará en tan solo 88 ejemplares.
La colección Villeret de Blancpain simboliza el clasicismo en estado puro y da fe del apego de la marca por los valores de la relojería tradicional, cuya esencia radica en los movimientos con complicaciones. Como ocurre con el calendario perpetuo, un calendario complejo que marca el día de la semana, la fecha, el mes y el año bisiesto sin necesidad de ajuste alguno hasta 2100. Este calendario perpetuo, verdadera memoria mecánica, es una de esas piezas excepcionales cuya elaboración domina de principio a fin el equipo de Blancpain.
El nuevo reloj Villeret Quantième Perpétuel de edición limitada retoma la disposición característica de los relojes Blancpain que están dotados de esta complicación. Así, las indicaciones se visualizan a las 3 h, las 9 h y las 12 h. Se complementan con las fases de la luna a las 6 h, así como por un gran segundero central que acompaña a las agujas de la hora y los minutos. Todo el conjunto está animado por el calibre automático 5954, que Blancpain se ha esmerado en proteger para prevenir cualquier manipulación indebida mediante un sistema de seguridad especialmente diseñado para los calendarios. Otra de las particularidades de los relojes complicados de Blancpain es que el ajuste de la información es algo muy sencillo. La pieza incluye correctores bajo las asas, un invento patentado que permite ajustar las agujas del calendario y las fases de la luna con sólo pulsar los pequeños «botones» situados en la parte trasera de la caja. Este mecanismo tan práctico confiere asimismo una ventaja estética, pues libera al canto de la caja de los correctores laterales que suelen verse en los relojes con calendario.
Su caja de platino con bisel double pomme realza la elegancia de este modelo exclusivo. Con un diámetro de 40 mm y estanqueidad hasta los 30 m, está dotada de un cristal de zafiro antirreflectante que permite apreciar aún más su esfera de color azul oscuro, acentuada con finos índices de oro blanco. Editado en 88 ejemplares y disponible exclusivamente en las tiendas que Blancpain tiene en todo el mundo, este reloj se presenta con una correa de aligátor azul con hebilla desplegable.
Con motivo de San Valentín, Blancpain reinventa su modelo Villeret Women Quantième Phases de Lune, conjugando de manera exquisita los atributos que caracterizan a la colección con los símbolos universales del amor. Nacida de una tradición que la marca inició en 2001, esta 19a edición limitada del Día de los Enamorados se compone de 99 ejemplares.
Este año, Blancpain vuelve a unir fuerzas con Cupido y a consagrar su savoir-faire al amor. La Casa ha diseñado una refinada decoración para su calendario con fases de la luna, una de las complicaciones más poéticas de los modelos para mujer de su colección Villeret. La pieza especial «San Valentín 2019», se engalana con una esfera de nácar blanco natural, cuyos reflejos irisados y matices algodonosos evocan un paisaje celestial. A modo de indicadores, ocho diamantes de talla brillante han sido cuidadosamente engastados y fijados en el nácar, cuya extrema fragilidad no da pie a margen de error alguno. El disco horario se completa con apliques de oro rojo que simbolizan los números 3, 6, 9 y 12. Lo recorren unas finas agujas en forma de hojas de salvia caladas que hacen juego con el conjunto. Un segundero con la forma de la flecha de Cupido marca los segundos mientras que una cuarta aguja, rematada por un corazón rojo lacado, señala la fecha. Las fases de la luna se sitúan a las 6 h., en una ventanilla con bordes redondeados y rodeada de una cenefa dorada. Típica de los relojes femeninos de Blancpain, la luna presenta un rostro alegre con su característico lunar sobre la comisura de su sonrisa, un elemento embellecedor al que las damas de las cortes europeas del siglo XVIII solían recurrir.
El corazón que marca el latido de este reloj especial «San Valentín 2019» –el movimiento 913QL.P– se aloja en una caja de oro rojo de 33 mm, engastada con 64 diamantes de talla brillante sobre el bisel y las asas. Ha sido diseñado para satisfacer las expectativas de las mujeres más exigentes en materia de alta relojería. Dotado de un espiral de silicio y de una reserva de marcha de 40 horas, este movimiento automático posee unos puentes planos que permiten obtener una abertura de fondo más grande e integran una masa oscilante alargada. Ésta, confeccionada en oro rojo, presenta grabados decorativos con los símbolos del amor.
Los 99 ejemplares de esta edición limitada están numerados y grabados, y se presentan con dos correas intercambiables de aligátor. Sus afortunadas propietarias podrán así alternar entre un vistoso rojo y el blanco más puro con sólo presionar las barritas dotadas de espigón en su parte posterior.
El Calendario Chino Tradicional de Blancpain es una obra maestra de la relojería que combina los principios fundamentales y milenarios del calendario lunisolar de tradición china con el calendario gregoriano. Para celebrar el Año Nuevo chino, la Manufactura desvela una nueva edición limitada de esta Complicación con la imagen del cerdo, el cual concluye el ciclo de sus doce signos del zodiaco y augura un año de abundancia.
Con el Calendario Chino Tradicional, Blancpain ha superado el reto de reunir mecánicamente dos interpretaciones diferentes del tiempo. Cinco años de investigación y desarrollo han sido necesarios para acoger en el interior de este reloj las principales indicaciones de los calendarios chino y gregoriano. Ha sido toda una proeza técnica, pues cada sistema sigue una unidad de base diferente para dividir el tiempo. Mientras que el calendario gregoriano toma como referencia los días solares, el calendario chino (también denominado lunisolar) se basa en el ciclo lunar, el cual se compone de 29,53059 días. Así, un año de doce meses lunares es unos once días más corto que un año solar. Con el fin de mantener su correspondencia con el ciclo de las estaciones, cada dos o tres años se intercala un mes en el calendario chino. Esta particularidad explica por qué la fecha del Año Nuevo chino varía. Pero la complejidad de este calendario no acaba ahí. Este último cuenta con un sistema de subdivisión del día en 12 horas dobles, que sustituyen a las 24 horas de 60 minutos del calendario gregoriano. Cada una de estas horas dobles está nombrada en orden de acuerdo a las doce ramas terrestres y representadas por uno de los animales del zodiaco chino.
Toda esta información se dispone en la esfera de esmalte grand feu blanco del Calendario Chino Tradicional de Blancpain. El cerdo, el animal del año, protagoniza la pieza desde una ventanilla situada a las 12 h. Debajo, se encuentra el disco de horas dobles expresadas en cifras y símbolos. Los diez troncos celestes y los cinco elementos pueden verse a las 3 h, mientras que, a las 9 h, podemos ver las dos agujas que indican el mes y el día, así como la pequeña abertura que las complementa para mostrar los meses intercalados. Las fases de la luna, que delimitan los meses en el calendario chino y constituyen un elemento emblemático de los calendarios de Blancpain, resaltan en la ventanilla situada a las 6 h. Finalmente, el calendario gregoriano asociado a estas indicaciones puede leerse en torno al disco horario con la ayuda de una aguja serpentina de acero azulado.
Esta pieza, cuya fabricación supera en complejidad a la de un calendario perpetuo, está animada por el calibre de carga automática 3638. Este se caracteriza especialmente por su reserva de marcha de siete días, que es posible gracias al uso de tres barriletes dispuestos en serie y provistos de resortes de alto rendimiento. Está protegido frente a cualquier manipulación indebida de sus funciones y alberga un espiral de silicio.
Este excepcional movimiento se aloja en una caja de platino de 45 mm, cuya corona está adornada con un rubí de corte cabujón. Integra cinco correctores bajo las asas –un invento patentado por Blancpain–, los cuales permiten ajustar las indicaciones con una simple pulsación del dedo, sin necesidad de emplear una herramienta específica para ello. La estética pura y atemporal de la colección Villeret queda reflejada en el bisel double pomme de la caja, así como en la esfera por los apliques de oro en los números romanos y unas agujas huecas en forma de hojas de salvia.
En esta edición limitada de 50 ejemplares, el reloj se presenta con una masa oscilante de oro blanco grabada con el signo del zodiaco del año correspondiente, el cerdo. Cada pieza ha sido íntegramente montada y ajustada a mano con sumo cuidado por un solo maestro relojero del taller de Grandes Complicaciones de la Manufactura de Le Brassus.
El Calendario Chino Tradicional de Blancpain también está disponible en una versión no limitada de oro rojo y masa oscilante con decoración guilloché.
El Fifty Fathoms, primer reloj de buceo moderno, enseguida sedujo a los buceadores profesionales y posteriormente a los aficionados desde su comercialización en 1953 y se convirtió en el arquetipo de reloj de esta categoría. Los atributos técnicos y estéticos que lo han caracterizado desde el principio, rediseñados y completados en los 2000 con un calendario y aún de plena actualidad transcurridos más de 60 años, ahora se presentan en una caja de titanio.
Tras su lanzamiento en los años 50, el primer Fifty Fathoms enseguida destacó por sus funcionalidades prácticas, pensadas y diseñadas enteramente para el buceo profesional. Entre los criterios que le confirieron su renombre figuran sus grandes indicadores y sus agujas luminiscentes, que contrastan con el negro de la esfera y del bisel giratorio unidireccional, así como la caja de acero dotada de una caja interna de hierro dulce destinada a proteger el movimiento del magnetismo.
Esta leyenda de la relojería se modernizó y equipó en 2007 con un calendario (situado entre las 4 y las 5 h), sin que ello afectara a su inconfundible ADN. Ahora, Blancpain ofrece una nueva versión de su modelo Fifty Fathoms Automatique, que marida sus tonalidades de ébano con una caja de titanio satinado.
Famoso por su robustez y por su gran resistencia a los golpes y la corrosión, el titanio destaca también por su baja densidad, lo que le convierte en un material especialmente ligero. Una cualidad que lo distingue del acero y que ha permitido a Blancpain crear una pieza de amplio diámetro, con todas las garantías técnicas que se esperan de un instrumento de buceo, sin que la muñeca se resienta. Esta ventaja agradará a los buceadores, sobre todo en inmersiones que requieran de un equipamiento deportivo de primera, así como a todos aquellos que deseen llevar a diario un reloj de proporciones generosas y a la vez ligero.
Con un diámetro de 45 mm y hermético hasta 300 metros, el nuevo Fifty Fathoms Automatique de titanio está dotado de un bisel giratorio unidireccional con contorno dentado y un cristal a prueba de arañazos de zafiro negro abombado. Para una mayor legibilidad en cualquier circunstancia, sus marcas de referencia, indicadores de la esfera y las agujas están cubiertos de Super-LumiNova®. Este revestimiento produce el contraste ideal con la cara negra y reluciente del reloj. Al dorso, el movimiento es visible tras un fondo de cristal de zafiro. Se trata del famoso 1315 de Blancpain, que se caracteriza por una reserva de marcha óptima de 5 días, lo cual es posible gracias al uso de 3 barriletes dispuestos en serie y provistos de muelles de alto rendimiento. Posee un espiral de silicio que lo protege de los efectos negativos del magnetismo sin necesidad de aislarlo en una caja interna metálica. Sus minuciosos acabados, realizados de acuerdo con la más pura tradición relojera, lo convierten en un movimiento tan fiable como bello: con rasgos alargados, achaflanado, perlado y con pulido circular, todas estas técnicas hacen de este nuevo Fifty Fathoms Automatique un modelo aún más exclusivo.
Blancpain, la marca relojera más antigua del mundo, celebra la excelencia y la creatividad con una serie exclusiva de cuatro relojes Métiers d’Art inspirada en la riquísima tradición cultural e histórica del Imperio del Medio. Con las cuatro bellezas de la antigua China como tema decorativo, estas piezas dan fe de la variedad de técnicas de decoración manuales que practica Blancpain.
Las cuatro grandes bellezas de la antigüedad china fueron las mujeres más hermosas del periodo de las Primaveras y Otoños (722–481 a. C.), de los Tres Reinos (220–280 d. C.), de la dinastía Han occidental (206 a. C.–9 d. C.) y de la dinastía Tang (618–907 d. C.). Además de por su aspecto sublime, que hasta a la propia naturaleza impresionaba, se labraron su reputación por la influencia que ejercieron sobre los soberanos de su época y, por ende, sobre la historia de China. Según la leyenda, tres de ellas llevaron a sus reinos a la perdición y todas tuvieron un misterioso desenlace.
Blancpain ha elegido interpretar en sus esferas el relato de estas figuras emblemáticas de la China antigua haciendo uso del conjunto de técnicas artísticas que con maestría se han practicado en sus talleres de Métiers d’Art. En Brassus, en un marco bucólico en el corazón del valle de Joux, los artesanos de Blancpain mantienen vivo su savoir-faire ancestral que se ha transmitido de generación en generación. Ya sea la técnica de esmaltado champlevé, de grabados, de shakudō, de marquetería o de pintura sobre esmalte, en cada pieza de esta serie especial se destaca un oficio artístico, siendo el denominador común de estos cuatro relojes la representación de cada una de estas mujeres en esmalte pintado.
Xi Shi
Xi Shi es la primera de las cuatro grandes bellezas de la antigua China. Vivió durante el periodo de las Primaveras y Otoños. Natural de un pueblo de montaña del estado de Yue (actual provincia de Zhejiang), cuenta la leyenda que solía ir a lavar la ropa a orillas de un arroyo cercano a su casa. Los peces, cautivados por su belleza, hasta olvidaban cómo nadar.
Para evocar esta escena, los artesanos de Blancpain se han basado fundamentalmente en la técnica del esmalte grand feu champlevé, cuyas variaciones de opacidad y colorido ofrecen multitud de posibilidades y acabados resplandecientes. Los motivos, hechos de oro macizo, se han grabado a mano pacientemente en la base de la esfera antes de aplicar el esmalte en el interior de los campos que previamente habían sido esculpidos en la materia para formar la colorida decoración. El esmalte, aplicado con un pincel en varias capas, ha sido trabajado según el método denominado grand feu, que requiere una cocción en el horno a temperaturas cercanas a los 800 grados. Blancpain ha utilizado un esmalte traslúcido para el arroyo y así poder imitar la transparencia del agua. Al jugar con la inclinación del reloj y los reflejos de la luz, pueden verse bajo el esmalte unas carpas grabadas en la esfera.
Diao Chan
Al contrario que las otras tres bellezas, Diao Chan es un personaje ficticio de la novela El Romance de los Tres Reinos, que relata los acontecimientos que marcarían el fin de la dinastía Han del Este y del periodo de los Tres Reinos. La más bella después de Xi Shi, Diao Chan se sirvió de sus encantos para provocar el asesinato del señor responsable de la muerte de sus padres. Tan radiante era su belleza que hasta la luna quedaba eclipsada por su rostro.
La esfera dedicada a Diao Chan combina diferentes técnicas de artesanía excepcionales. Sobre todo, hace gala de la maestría de Blancpain con técnicas como el shakudō y el grabado. El shakudō, una aleación de oro y cobre que constituye la base de la esfera, en este caso se cubre con un baño especial, el rokushō, para producir una pátina de color oscuro con tonos marrones, azules y negros que recuerdan al crepúsculo. Las inserciones de oro rojo y oro amarillo, grabadas o esmaltadas de forma tradicional, se aplican para dar relieve a una Diao Chan ensimismada junto a una luna de nácar iridiscente.
Wang Zhaojun
La tercera gran belleza de la antigua China, Wang Zhaojun, nació durante la dinastía Han occidental. Formaba parte del harén del emperador Yuan y fue entregada, con su consentimiento, al soberano del reino de los Xiongnu, Hu Hanye. Se dice que su aspecto deslumbrante podía desestabilizar a los pájaros en pleno vuelo hasta el punto de hacerles caer del cielo.
La pieza dedicada a Wang Zhaojun muestra la escena en la que fue separada de su tribu. Sobre la esfera de oro, los artistas de Blancpain han recreado de forma minuciosa un paisaje montañoso y nevado, trabajando la marquetería de maderas nobles asociada con esmalte grand feu según la técnica del champlevé, y con grabados en oro y nácar. Los diferentes efectos de materiales y colores, resultado de esta técnica, acentúan la belleza y valor de este personaje, representada pi-pa en mano con un majestuoso manto rojo.
Yang Guifei
Yang Guifei fue la concubina del emperador Xuanzhong de la dinastía Tang. Vivió en un periodo que se caracterizó por una cierta apertura de miras y calma social. A su extraordinaria belleza, que hacía avergonzarse a las mismísimas flores, se sumaba su talento por la danza y la música, dos disciplinas apasionantes.
En la última pieza de esta serie especial, Blancpain pinta sobre su esfera a una Yang Guifei dulcemente embriagada, en una cautivadora pose. El cuadro, en el que cada color es un esmalte, se ha sometido a un proceso de horneado. Este proceso de creación se ha dividido en varias etapas, comenzando por la preparación de la superficie a pintar. Con el fin de crear una base para la pintura, se ha recubierto delicadamente la esfera de oro con varias capas de esmalte en ambas caras, para evitar la deformación. A continuación, se ha pulido meticulosamente para obtener un disco plano y alisado a la perfección, listo para recibir los pigmentos de colores.
Las cuatro piezas de esta serie única dedicada a las grandes bellezas de la antigua China se presentan en una caja de oro rojo de 42 mm, un diámetro ideal para albergar sus decoradas esferas. El calibre que anima estas obras de arte es el 13R3A, un movimiento de carga manual que destaca sobre todo por su gran reserva de marcha de ocho días. Tras un fondo de zafiro pueden verse los acabados, tan cuidados como las decoraciones de las esferas, el motivo Côtes de Genève y el achaflanado con lima que adorna los puentes.
Este año, Blancpain reinterpreta su tourbillon volante, el primero de su clase en integrar un reloj de pulsera cuando se estrenó en 1989. Con motivo de Baselworld 2018, la Fábrica lo equipa con nuevas complicaciones, con una hora saltante y un minuto retrógrado incluidos en el modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde. Además de la excelente construcción del tourbillon, que parece flotar en el aire, esta novedad se caracteriza por su movimiento completamente decorado con guilloché y una esfera de esmalte grand feu hecha a mano en los talleres de Blancpain.
El tourbillon volante de Blancpain, totalmente fabricado in-house como todos los movimientos de la marca, es un imprescindible de la relojería tradicional desde hace casi treinta años. Su peculiaridad radica en su construcción atípica, ya que se quitó el puente superior con el fin de ofrecer una vista inigualable de los principales componentes del tourbillon. Con el nuevo modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde, Blancpain va más allá y sustituye el puente inferior por un disco de zafiro transparente. La jaula del tourbillon, su volante y su escape dan la impresión de flotar en el aire por encima de la rueda fija que está ligada al disco de zafiro.
Hasta ahora, Blancpain no había dotado a ninguno de sus relojes con una hora saltante o un minuto retrógrado. La combinación de estas dos complicaciones en esta pieza con tourbillon es, sin duda, una gran primicia. Blancpain ha elegido reagruparlos en la esfera y colocar la ventanilla de las horas sobre el contador de los minutos retrógrados. En los talleres de oficios artísticos del Brassus, la Fábrica ha puesto todo su savoir-faire técnico al servicio de la estética para fabricar una esfera de esmalte grand feu, según el método tradicional del champlevé: los artesanos empiezan por esculpir la base de oro de la esfera tallando la materia; a continuación, se aplican varias capas de esmalte con un pincel en estos sectores y se cuece en un horno a casi 800 grados. Se da el toque final a la esfera con realces de oro diamantado alrededor de la jaula del tourbillon y de la ventanilla de las horas. Finalmente, se integra el contador de minutos en la esfera confiriendo, así, profundidad a la pieza.
El movimiento también hace gala de esta atención a los detalles, con sus puentes adornados con decoración guilloché completamente realizada a mano. Gracias al cristal de zafiro, el portador también podrá admirar la famosa rueda llanta de Blancpain colocada sobre el rochete y consultar la reserva de marcha del reloj, la cual se indica mediante un disco también con decoración guilloché.
El nuevo modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde está disponible en una caja de oro rojo de 42 mm con un bisel double pomme, pudiéndose elegir entre pulsera de piel de aligátor o de metal con hebilla desplegable. Disponible también en una edición limitada y numerada de 20 ejemplares en platino.
Blancpain introduce este año una nueva complicación en la colección Villeret: un día de la semana retrógrado. Presentada en el modelo Villeret Grande Date Jour Rétrograde, esta indicación está acompañada de una gran fecha con ventanilla doble.
El nuevo Villeret Grande Date Jour Rétrograde se caracteriza por su clasicismo y la pureza de sus líneas. Este modelo reafirma el apego de Blancpain a los valores tradicionales de la relojería, como lo prueban su bisel double pomme y sus agujas huecas en forma de hojas de salvia. Su diseño sobrio se traduce en una caja depurada que no exhibe ningún pulsador de corrección. El sistema de corrector bajo asas patentado por Blancpain permite regular la indicación del día de la semana mediante una simple presión del dedo, mientras que el ajuste de la fecha se efectúa a través de la corona.
Para garantizar el equilibrio visual, Blancpain optó por ubicar el día de la semana sobre un arco situado entre las 7 h y las 9 h, y las ventanillas destinadas a la gran fecha entre las 5 h y las 6 h. El funcionamiento de estas dos complicaciones destaca la tecnicidad de este nuevo reloj Villeret: mientras la fecha cambia instantáneamente a medianoche, la aguja retrógrada de acero azulado, que señala los días, efectúa un salto hacia atrás al final de la semana para volver a la posición del lunes. Una aguja larga de los segundos con las iniciales de Blancpain en el contrapeso completa estas indicaciones.
El nuevo movimiento 6950GJ que anima este mecanismo de calendario está realizado en base al calibre 1150, cuyos dos barriletes ofrecen una reserva de marcha de 72 horas. La utilización de un fondo de zafiro permite admirar la decoración de Côtes de Genève del movimiento y el motivo de nido de abeja de su masa oscilante de oro.
Con un diámetro de 40 mm, el modelo Villeret Grande Date Jour Rétrograde se presenta en oro rojo, con una esfera opalina color plateado, y en acero, con una esfera blanca. Las dos opciones están disponibles con pulsera de cuero o metal.
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