Si hay algún ambiente en el que Panerai se encuentra como pez en el agua es, valga la redundancia, el medio marino. Marcada a fuego en su ADN desde principios del siglo pasado como suministrador de la Armada Real italiana, la vocación marítima de Panerai mantiene su plena vigencia a través del diseño de sus creaciones y de su asociación al mundo de la vela clásica con el Trofeo Panerai Classic Yachts Challenge. Este año se cumple el 10º aniversario de esta relación, motivo suficiente como para lanzar una edición especial y limitadísima: el Luminor Submersible 1950 3 Days Automatic Titanio, con referencia PAM 571.
El 2005 fue un año importante para la marca; tres años después de inaugurar la nueva manufactura de Neuchâtel, Panerai presentó su primer calibre manufactura, el P.2002, escenificando así el inicio de una nueva etapa que se ve reforzada con el debut como patrocinador del Classic Yachts Challenge. Conmemorando esa efeméride se lanzó el Luminor Regatta Power Reserve PAM 222, una edición especial limitada a 500 unidades. Pasados diez años y 16 nuevos calibres, la edición 10º aniversario poco tiene que ver con ese Luminor, tanto interna como externamente.
En primer lugar, destacar que no representa un diseño muy novedoso, porque no deja de ser un PAM 305 con ciertas modificaciones puramente estéticas: su caja 1950 de 47 mm en titanio satinado alberga el calibre manufactura automático P.9000, un movimiento con las funciones de horas, minutos, pequeño segundero y fecha, que disfruta de una reserva de marcha de tres días. Como todos los Submersibles, luce unas agujas esqueletadas y una escala de inmersión de 15 minutos en el bisel. Si, de acuerdo, no todos: una edición especial del 2004, el Luminor Submersible Chrono 1000 m. (PAM 187), no llevaba esta graduación.
Pero vayamos al grano. Dos son los cambios que presenta frente al antes citado PAM 305. El más notorio es que abandona la trasera de zafiro para ofrecernos un fondo ciego con el grabado “10 Years of Passion 2005-2014″ junto al nombre del trofeo, la solución a la que recurre habitualmente Panerai a la hora de identificar el motivo de una edición especial, que además ayuda a esconder el austero e industrial acabado del solvente calibre P.9000. Mejor así.
Pero lo que más me ha gustado es la recuperación de los numerales arábigos a las 12 y 6 horas, habituales de los Submersibles que no implementan calibres manufactura como por ejemplo los PAM 24 o 25 que todavía podemos encontrar en la actual colección de Panerai. Personalmente, es un detalle estético que agradezco: además de no ser muy partidario de la esfera S.L.C., el guiño a los elementos más tradicionales de Panerai me parece todo un acierto.
En definitiva, una muy buena pieza para los amantes y coleccionistas de Panerai. La mala noticia para ellos es que sólo se fabricarán cincuenta unidades.
Justo antes de empezar Baselworld, Panerai saca a la luz dos nuevos modelos que nos había escondido en el pasado SIHH. Ambos en caja Luminor 1950, su particularidad reside en implementar la función GMT unida a esferas con “Clous de Paris”, una decoración que Panerai mantiene en su colección gracias a los ya veteranos PAM25 y PAM 421. Fabricados en acero de acabado pulido, su individualización se debe a que el PAM 537 implementa un indicador de reserva de marcha gracias a su calibre P.9002 respecto al P.9001 del PAM 535.
Tal como hemos dicho, el P.9002 nos cuantifica la energía acumulada a través de un indiador ubicado en la esfera, justo encima de las 4 horas. Pero resulta que el P.9001 también muestra esta función, aunque esta vez “escondida” en la trasera a través de una pequeña obertura en forma de arco, visible gracias a su fondo de zafiro. El resto de elementos y características son compartidas por ambos calibres: movimientos manufactura de remonte automático con las funciones de horas, minutos, pequeño segundero, GMT, fecha y la ya presentada indicación de reserva de marcha, cuyo límite superior se eleva hasta los tres días gracias a sus dos barriletes. Un detalle realmente útil es la puesta a cero del segundero, lo que permite una sincronización perfecta con una señal horaria de referencia.
La esfera luce el delicado diseño “Clous de Paris” que le confiere a estas piezas una elegancia que las diferencia de los PAM 329 y 321 con los que comparten caja y calibres respectivamente. Además de esta decoración, la esfera nos muestra otra diferencia: mientras los citados PAM329 y 321 lucen el pequeño segundero a las 9 horas, justo a la derecha del numeral 9, los nuevos PAM 535 y 537 prescindes de dicho número, resultando una esfera más equilibrada y menos cargada. Como consecuencia de ello, dicho subdial tiene una mayor presencia gracias a un ligero aumento de tamaño.
Tres detalles más que los diferencian:
El PAM 535 luce la manecilla central GMT en acero pulido, mientras que en el PAM 537 es negra, perdiendo parte de la legibilidad por falta de contraste respecto el fondo.
Debido a la ubicación del indicador de reserva de marcha, la distribución de las palabras Luminor, GMT y Panerai es diferente, resultando más equilibrada en el PAM 535, donde se reparte por encima y por debajo del eje central, respecto al PAM 537 donde se agrupan todas ellas bajo las 12 horas.
El PAM 535 luce una correa de piel sin tratar de color negro, mientras que en el PAM 537 es de color marrón. Dado que el carácter de ambos GMT con “Clous de Paris” resulta más elegante que el de sus “hermanos” sin esta decoración, habría sido más adecuado entregar estas referencias con una correa de aligator.
Particularmente, me parece más acertado el PAM 535 por su simpleza, elegancia y equilibrio de la esfera. Pero el factor decisivo es que el PAM 537 incluye el indicador de reserva de marcha. No es que dicha indicación no me guste, es que sencillamente no le encuentro demasiado sentido implementarla en un reloj de remonte automático. Harina de otro costal es el “Clous de Paris”; si ya tenéis uno o más guardatiempos de la marca, estos guardatiempos representan una opción a tener en cuenta, pero bajo mi punto de vista, no los contemplaría como único reloj Panerai de mi colección… aunque, como siempre y por encima de todo, los gustos personales están por encima de cualquier otra consideración.
Panerai sigue su exploración del mundo de los cronógrafos. Es lógico, porque hay que saber que el primer cronógrafo realizado por la marca data de 1943, año en el que el prototipo de la Mare Nostrum fue presentado a los patrones de la marina italiana.
Angelo Bonati, director ejecutivo de Officine Panerai, tiene mucho mérito. A la cabeza de la conocida firma italiana desde su “renacimiento” hace veinte años, ha desarrollado una política de producción ejemplar. De hecho, la firma tiene tales referencias deportivas y militares que no es cuestión de publicar. Así, Bonati nunca ha cedido a los cantos de sirena que le cantaban al oído que él podría –por supuesto al lado de la declinación tradicional de los modelos enormemente marcados con el ADN de la casa– crear una colección de relojes para mujer, pero relojes totalmente diferentes en su forma. Y tiene mucha razón, porque el hecho de alejarse de esta riqueza histórica sería mal recibido, por un lado, por los verdaderos amantes de Panerai que siguen la firma con pasión, pero, también, por las numerosas mujeres que adoran llevar en sus muñecas relojes de la firma florentina. Mientras, el director ejecutivo de Officine Panerai sigue su camino sin desviarse. Y contrariamente a lo que algunos podrían pensar, los amantes de la firma no se cansan y continúan seducidos por ella.
Con este razonamiento, este año, Panerai sigue su exploración del mundo de los cronógrafos. Es lógico, porque hay que saber que el primer cronógrafo realizado por la marca data de 1943, año en el que el prototipo de la Mare Nostrum fue presentado a los patrones de la marina italiana. Esta amplia experiencia la encontramos hoy en la extensa colección de cronógrafos Panerai. Su diseño está inspirado en los modelos creados en los años 30 y 40, perfeccionados por la técnica y elaborados en los talleres de Neuchâtel con una variedad de calibres que permiten a sus seguidores elegir las funciones más adaptadas para parar el tiempo de una manera u otra.
Así, Officine Panerai presenta un nuevo cronógrafo que combina diseño, tecnología e historia, el Radiomir 1940 Chronograph, que se ofrece en tres versiones con diferentes metales preciosos: platino, oro rojo y oro blanco. En los nuevos cronógrafos, la caja Radiomir 1940 de 45 mm de diámetro presenta las líneas sencillas desarrolladas por Panerai en los años 40; una época en la que la caja clásica con forma coussin con las asas de alambres amovibles del primer Radiomir comenzaba a tener las proporciones más macizas de la caja Luminor que data del año 1950. Cada detalle de la caja de 1940 tiene un acabado pulido, incluidos los dos botones de presión de las funciones del cronógrafo, la corona cilíndrica y el bisel. Este se enmarca en un cristal de Plexiglas, material parecido al utilizado en los modelos originales creados por la casa para la marina real italiana, que tenían un cristal de polimetacrilato de metilo. La esfera del nuevo Radiomir 1940 Chronograph hace gala de un nuevo diseño original inspirado en la historia de la firma, pero también en la función del reloj, con sutiles diferencias según el metal de la caja.
En la versión de oro rojo, la esfera es marrón y combina índices horarios gráficos y números romanos y arábigos, poniéndose así el nombre de California adoptado por el Radiomir de 1936. La versión de platino tiene una esfera de marfil con índices horarios sencillos gruesos o redondeados, que se encuentran también en la esfera negra de la versión de oro blanco. Esta última versión tiene una esfera de estructura de sándwich formada por dos placas superpuestas que conforman la esencia luminiscente, visible a través de las aberturas recortadas del índice horario. Las tres versiones tienen una escala taquimétrica para calcular una velocidad media y dos contadores del cronógrafo.
El nuevo Radiomir 1940 Chronograph funciona con un calibre OP XXV, de carga manual, desarrollado sobre la base de Minerva 13-22. Los talleres suizos Minerva tienen lazos históricos con Panerai desde los años 20, cuando eran proveedores del relojero florentino. La construcción del calibre está extremadamente perfeccionada, con detalles de calidad como la rueda de pilares, el regulador de cuello de cisne, los componentes individuales pulidos y achaflanados y el acabado Côtes de Genève de los puentes. La calidad del trabajo se puede apreciar en el fondo de cristal de zafiro que permite admirar el movimiento. Esta pieza ha sido desarrollada en una única edición limitada de 100 ejemplares para cada una de las versiones de oro y de 50 ejemplares para la versión de platino. Se venden con correa de aligátor y son herméticos hasta una profundidad de 50 metros.
El Radiomir de Officine Panerai mantiene inalterable su diseño desde que fue creado hace 75 años como petición expresa de la Marina Real italiana. Su cuerpo de élite de buceadores necesitaba un reloj sumergible y la firma, por aquel entonces una pequeña empresa familiar de Florencia, fue elegida por su experiencia en materiales luminiscentes (habían creado uno propio, precisamente con el nombre de ‘radiomir’).
Imágenes:
Panerai Radiomir 3 días PAM 379. Caja de oro rosa de 47 mm. 17.800 €.
Panerai Radiomir 8 días cerámica PAM 384. Caja de cerámica de 45 mm. 10.300 €.
Panerai Radiomir black seal Logo. Caja de acero de 45 mm. 3.000 €.
Panerai Radiomir 3 días California. Caja de oro blanco de 47 mm. Está protegida por un cristal de plexiglás. Fondo de zafiro. Movimiento manufactura. 19.900 €.
Una edición especial recupera la esfera original de aquel primer modelo, bautizada con el nombre de California y la cual se caracteriza por combinar los números árabes y romanos en sus índices horarios. No es la única novedad Radiomir de este año: Panerai también presenta versiones de este modelo en platino, oro rosa, cerámica negra y una referencia base en acero que recupera el anterior logotipo de la firma.
Todas las versiones son fieles al formato original de la caja, incluyendo sus anclajes movibles para la correa. Una interesante puesta al día de un clásico de la relojería deportiva.
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