TAG Heuer Carrera Automatic Tourbillon Chronograph
La curiosidad de este modelo de TAG Heuer se centra en la justificación de utilizar un tourbillon en un reloj con cronógrafo, tratando de evaluar los beneficios que ofrece este órgano regulador. A la luz del precio de venta al público (menos de 20.000 euros), uno no puede dejar de preguntarse si esta referencia proviene del departamento de marketing y no del ala de I+D. Entonces, ¿un cronógrafo tourbillon a este precio es una auténtica revolución tecnológica o un truco para los fanáticos adictos a las fichas técnicas de los relojes? Analizamos las características y prestaciones de este TAG Heuer Carrera Automatic Tourbillon Chronograph.
Diseño exterior del Carrera Automatic Tourbillon Chronograph
Claramente, ésta no es la sección que proporcionará una respuesta a la pregunta anterior. El estilo, la construcción y los materiales utilizados están en línea con los estándares de un TAG Heuer de alta gama y no implican sorpresas particulares. El brazalete y la caja están hechos de titanio de grado 5 (biocompatible y pulible), lo que da como resultado un peso que representa un buen equilibrio general, dados los generosos 45 mm de diámetro de la caja. El bisel, fijo, es de cerámica azul y está graduado con una escala taquimétrica que garantiza una legibilidad ejemplar. Certificada como resistente al agua hasta 100 m, la caja no requiere el uso de pulsadores y corona atornillados, un hecho que conduce a una simplicidad y capacidad de respuesta apreciables. Quizá en la corona si podría haberse implementado esta mejora.
La esfera, azul sunburst, acentúa la naturaleza deportiva del reloj asegurando un contraste favorable para la legibilidad, tanto de día como de noche. El único pequeño inconveniente que se podría mencionar es la ausencia de material luminoso en las manecillas del cronógrafo. Esta elección fue sin duda pensada para evitar confusiones nocturnas, pero sigue siendo sorprendente dada la importancia de esta función para la marca y este reloj en particular. En general, la identidad de la marca es claramente evidente, el estilo y el diseño se adaptan bien al público objetivo de un reloj deportivo como el Carrera, así como los tonos azules del bisel, la esfera, el puente de la jaula del tourbillon y el anillo de la corona, que combinan perfectamente.
Un cronógrafo tourbillon realmente destacado
Sin duda, la parte interesante se encuentra en el movimiento de este TAG Heuer. El calibre 02T COSC es un movimiento automático certificado como cronómetro, que ofrece la visualización de las horas y los minutos, así como las funciones del cronógrafo: una manecilla de segundos de barrido central, un contador de 30 minutos a las 3 en punto y un contador de 12 horas a las 9 en punto. Los ingenieros de TAG Heuer han elegido un tourbillon volante (1 min) con un órgano regulador que oscila a una frecuencia de 28.800 Alternancias por hora. La aparente baja inercia del volante permite una reserva de marcha de 65 horas, que es más que suficiente para un mecanismo de cuerda automática que también mantiene el muelle real dentro de un rango de cuerda ideal para un cronometraje de precisión. Optando por lo mejor en todos los niveles, los diseñadores de esta maravilla han optado por controlar las funciones del cronógrafo a través de una rueda de pilares, visible a través del cristal de zafiro.
El acabado está a la par con el segmento de precios del reloj y el tratamiento azul del puente superior de la caja da testimonio de una auténtica atención al detalle. Desarrollar con éxito un movimiento de este tipo es un ejercicio que pocos departamentos técnicos se han atrevido a realizar. Ofrecer un tourbillon de esta calidad a este precio es una cuestión de ingenio, industrialización y quizás incluso una revolución.
Pruebas y conclusiones
A pesar de la contrastada calidad, y de que está certificado por COSC, este reloj ha dado variaciones relativamente altas de velocidad para lo que se espera de un calibre así, aunque también es cierto que se han medido de una manera muy estricta. El valor absoluto de las desviaciones ha sido muy bueno, y en conclusión, parece que montando un volante de inercia algo más pesado los resultados generales habrían sido mejores.
Realmente no puede saberse si el empleo del tourbillon es un hecho más para la galería que otra cosa, y lo que sí es indudable es que es un prodigio técnico a un precio asombroso. La referencia es la CAR5A8C.BF0707.