El Tudor Black Bay Pro GMT se tiñe de blanco con su nueva esfera “Polar”
La familia Black Bay Pro de Tudor da un nuevo paso en su evolución con una reinterpretación visual que no dejará indiferente a los amantes de los relojes herramienta con carácter. En el marco de Watches and Wonders 2025, la firma suiza ha presentado una variante inédita y muy esperada: el Tudor Black Bay Pro GMT con esfera blanca opalina, conocido ya popularmente como la versión “Polar”.
Este nuevo acabado no es simplemente un cambio de color. Se trata de una transformación estética que acentúa la identidad aventurera del modelo, dándole una presencia más limpia, moderna y luminosa, sin perder un ápice de su robustez original.
Espíritu técnico, corazón viajero
El Black Bay Pro GMT mantiene intacta su arquitectura sólida y versátil. La caja de acero inoxidable 316L, con un diámetro de 39 mm y un grosor de 14,6 mm, presenta proporciones contenidas, pero con una notable presencia en muñeca gracias a su bisel fijo y su imponente construcción. Este bisel, cepillado radialmente y grabado con una escala de 24 horas, permite leer un segundo huso horario en combinación con la aguja GMT. La escala está rellena en negro, ofreciendo un contraste muy legible sin recurrir a colores llamativos.
En la muñeca, la sensación es la de un reloj compacto pero sólido, con una ergonomía bien resuelta pese al grosor. El fondo de la caja y la corona están atornillados, contribuyendo a una resistencia al agua de 200 metros, lo que lo hace apto para aventuras acuáticas o para ser un compañero fiable en cualquier entorno.
Una esfera que redefine el estilo del Black Bay Pro
La protagonista indiscutible de esta edición es la nueva esfera blanca opalina, que Tudor denomina “Polar”. Ligera y sutilmente abombada, emite una luz propia que cambia según el ángulo, aportando una estética sofisticada y moderna sin perder su funcionalidad de instrumento. La textura mate evita reflejos innecesarios, favoreciendo una excelente legibilidad.
Los índices aplicados son de cerámica luminosa monocuerpo, con bordes negros que refuerzan la nitidez visual. Están rellenos de Super-LumiNova blanca, al igual que las características agujas Snowflake para las horas y los segundos, lo que garantiza una visibilidad óptima en la oscuridad. Especial atención merece la aguja GMT en color amarillo, que introduce un toque dinámico y funcional, haciendo juego con el motivo gráfico del reloj.
El diseño mantiene una ventana de fecha a las 3 en punto, perfectamente integrada, que se sincroniza con la hora local y puede ajustarse en saltos de una hora tanto hacia adelante como hacia atrás, facilitando su uso durante viajes.
Movimiento de manufactura, precisión certificada
En su interior, el Black Bay Pro GMT late con el calibre MT5652, desarrollado por Tudor en colaboración con Kenissi. Este movimiento automático cuenta con rotor bidireccional, espiral de silicio antimagnética y volante de inercia variable, sostenido por un robusto puente transversal. Sus credenciales técnicas se completan con la certificación oficial del COSC, una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, y una reserva de marcha de 70 horas, lo que garantiza precisión, resistencia y autonomía más que suficiente para cualquier escenario.
Opciones de brazalete y correas
Una de las ventajas de esta nueva versión es su variedad de configuraciones. Se puede adquirir con tres tipos de sujeción, adaptándose tanto a estilos deportivos como más elegantes:
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Un brazalete de acero remachado, con acabado satinado y sistema de microajuste T-fit de hasta 8 mm, que aporta gran solidez y comodidad al llevarlo.
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Una correa híbrida de caucho y tejido negro, que ofrece una sensación más técnica y moderna, ideal para el uso diario o actividades al aire libre.
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Y una correa textil negra con una franja amarilla central, que añade un punto distintivo, atrevido y casual, alineado con el espíritu explorador del reloj.
Opinión personal: carácter puro, funcionalidad refinada
Este nuevo Black Bay Pro GMT “Polar” es, sin duda, una de las piezas más atractivas del catálogo actual de Tudor. No sólo representa una evolución estética dentro de la línea, sino que también refleja la madurez de la marca en cuanto a diseño funcional y precisión técnica.
La elección del blanco opalino es un acierto rotundo: transforma completamente el carácter del reloj, aportando una nueva dimensión de frescura y legibilidad. La combinación con los detalles negros y amarillos es visualmente muy equilibrada, y resalta aún más gracias al contorno negro de los índices y las agujas. Todo ello enmarca una esfera sobria pero sofisticada, donde nada sobra y todo tiene su propósito.
El bisel fijo de acero, con su acabado radial cepillado, es otra pieza clave en esta estética contenida y poderosa. Da la sensación de herramienta profesional sin resultar agresivo. El cristal de zafiro abombado, con tratamiento antirreflejos, realza el diseño sin interferencias ópticas. Y la construcción general, desde la forma de las asas hasta el acabado del brazalete, es sencillamente impecable, con un nivel de detalle que rivaliza con piezas de gamas más altas.
En definitiva, este Black Bay Pro GMT “Polar” es una de las incorporaciones más sólidas y atractivas del año. Mezcla tradición e innovación, herramienta y elegancia, todo en un formato compacto y sin concesiones. Para quienes buscan un GMT funcional, bello y construido para durar, esta referencia es una elección de primera.
Referencias y precios
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M79470-0004: con brazalete de acero, por 4.440 euros
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M79470-0005: con correa textil negra con banda amarilla, por 4.110 euros
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M79470-0006: con correa híbrida de caucho y tejido negro, por 4.110 euros
Una versión destinada a convertirse en un clásico moderno de la marca.
