Novedad 2019
El nuevo Breguet Classique 5177 presenta por primera vez en su colección regular el azul Breguet, realizado en esmalte grand feu. Este matiz exclusivo reafirma la elegante sobriedad del estilo Breguet con un registro contemporáneo. En un siglo XVIII marcado por la exuberancia barroca, Abraham-Louis Breguet optó por una estética de líneas puras. Esta simplicidad se acabó imponiendo y su estilo sedujo a las élites. En 2019, el nuevo Breguet Classique 5177 Émail Bleu Grand Feu adopta una vez más la riqueza esencial de las líneas neoclásicas, si bien en esta ocasión con los códigos cambiados: el matiz de las agujas azuladas se transpone aquí sobre la esfera. La Maison presenta un esmalte grand feu de un azul profundo inédito.
El azul Breguet
El matiz de la esfera reproduce el color obtenido con el azulado de las agujas Breguet. Para garantizar este tono exacto a lo largo del tiempo, el desarrollo de los pigmentos requirió una investigación exhaustiva. El color debe permanecer perfectamente estable durante la cocción a más de 800°C, necesaria para la realización de un esmalte grand feu, lo que le confiere un grano único.
Para preservar la facilidad de la lectura, las agujas à pomme en acero rodiado contrastan sobre el fondo azul. Asimismo, para ofrecer una óptima legibilidad, los dígitos arábigos, así como las estrellas, los rombos y las flores de lis de la minutería, son plateados y presentan cierto relieve, que se logra por transferencia presentando un acabado espolvoreado de gran delicadeza. El mismo proceso se aplica a la creación de los dígitos del calendario, con la dificultad añadida de que se encuentran en el fondo de una ventanilla más oscura. Finalmente, la firma secreta de Breguet, igualmente esmaltada, aparece a la altura de las 6 horas. En todos sus garde-temps dotados de una esfera en esmalte, la Maison sigue utilizando la caligrafía diseñada por Abraham-Louis Breguet, la misma que luce, por ejemplo, el Perpétuelle Breguet N° 15, iniciado en 1787.
Unión perfecta de estética refinada y alta tecnología
Impulsado por el calibre mecánico de carga automática 777Q, el Classique 5177 Émail Bleu Grand Feu incorpora funciones simples y útiles como el segundero central y la fecha. Los avances tecnológicos actuales, como el uso del silicio para el áncora y la rueda de escape, optimizan su fiabilidad cronométrica. No obstante, algunos elementos estéticos de este calibre, en particular la forma de las ruedas, recuerdan las creaciones de la Maison del siglo XVIII.
Característica de un movimiento de carga automática, la masa oscilante de oro de 18 quilates, finamente acabada con un guilloché realizado a mano, se puede admirar a través del fondo de cristal de zafiro. Del mismo modo, cada uno de los componentes, tanto si es visible como si permanece oculto a las miradas, ha sido delicadamente terminado por los artesanos de la Manufactura con acabados refinados como el achaflanado, el perlado, el cepillado o incluso las Côtes de Genève.
El calibre 777Q se aloja en una fina caja de oro blanco con flancos acanalados. Fieles a los códigos de Breguet, las asas están soldadas y redondeadas hacia el brazalete de piel de aligátor azul noche. Como detalle final, el fondo de cada reloj muestra un número individual grabado. El propietario puede así inscribir su nombre en el registro Breguet, conservado desde 1780, a modo de inscripción contemporánea de su gusto por la elegancia atemporal.
El Perpétuelle, reloj real por excelencia
El desarrollo y perfeccionamiento del Perpétuelle (nombre empleado por Abraham-Louis Breguet para designar sus relojes de carga automática) constituye el primer gran éxito de la carrera de Breguet. Muchos de sus contemporáneos trabajaban en este asunto, pero sin resultados concluyentes. Él fue el primero, gracias al empleo de la masa oscilante, en dar con una fórmula que permitía realizar un reloj automático fiable. El primer Perpétuelle se vendió al duque de Orleans en 1780. En los años sucesivos, “el reloj que se arma solo” aportó a Abraham-Louis una gran celebridad, no solo en la corte de Versalles, sino en toda Europa. Sin parangón en aquella época, tanto desde el punto de vista técnico como estético, el Perpétuelle, reloj real por excelencia, sigue siendo hoy un símbolo de la prodigiosa creatividad de su inventor. El reloj automático más antiguo de Breguet encontrado hasta la fecha es el Perpétuelle con repetición Breguet N° 1/8/82, de 1782. Las oscilaciones de la masa de platino aseguran el armado de su movimiento.
Datos técnicos del BREGUET CLASSIQUE 5177 REF. 5177BB/2Y/9V6
Caja redonda de oro blanco de 18 quilates con carrura finamente acanalada. Fondo de cristal de zafiro. Asas redondeadas y soldadas, pasadores atornillados. Diámetro: 38 mm. Hermético hasta 3 bar (30 metros).
Esfera en esmalte azul grand feu firmada Breguet. Vuelta de las horas con números arábigos Breguet. Segundero central y fecha a la altura de las 3 h. Agujas Breguet à pomme caladas en acero azulado.
Movimiento mecánico de carga automática decorado con motivo Côtes de Genève. Con numeración y firma Breguet. Reserva de marcha de 55 horas. Masa oscilante de oro de 18 quilates con decoración guilloché realizada a mano. Stop segundero. 12 líneas. 26 rubíes. Escape de áncora suizo en línea de silicio. Espiral de silicio.
Frecuencia 4 Hz. Volante Breguet con 4 tornillos de regulación. Regulado en 6 posiciones. Correa de piel de aligátor azul con hebilla de hebijón de oro blanco.
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