El espíritu innovador de la marca Breguet, responsable de numerosos inventos, ha permitido mejorar la ciencia de la medida del tiempo. Pero lejos de conformarse con su historia, Breguet continúa en la búsqueda de la precisión, invirtiendo también en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y materiales. Así, durante los últimos diez años ha registrado más de 100 patentes relacionadas con el perfeccionamiento de la cronometría y la mejora de la regulación de los mecanismos de sonería. Sin embargo, con la patente del 7 de noviembre de 2010, dedicada al pivote magnético, Breguet marcó un nuevo hito en la historia de la relojería, combinando los efectos del magnetismo para mejorar la precisión y la estabilidad de marcha de sus relojes. El modelo Classique Chronométrie 7727 demuestra que la Casa ha alcanzado sus objetivos y determina una nueva etapa en su búsqueda de la perfección.
Este reloj en oro rosa o blanco está equipado con el calibre 574DR, un nuevo movimiento mecánico de carga manual que, aprovechando las últimas innovaciones de la Fábrica, ofrece resultados de marcha excepcionales. Esta hazaña ha sido posible, ante todo, gracias a una frecuencia de 10 Hz. Se ha demostrado que con esta frecuencia, utilizada por primera vez en el Cronógrafo Type XXII, los resultados cronométricos del volante-espiral mejoran. Gracias al dominio del silicio que ostenta Breguet, el modelo Classique Chronométrie posee un doble espiral, un áncora y una rueda de escape de silicio, desarrollados específicamente para él, que le permiten alcanzar una alta frecuencia y obtener una precisión óptima. El resultado es un poder regulador del orden de 830 microvatios, toda una hazaña, teniendo en cuenta que el de los cronómetros más eficaces se encuentra entre 300 y 400 microvatios. Gracias a la energía almacenada en sus barriletes y al elevado factor de calidad de su oscilador, la referencia 7727 garantiza una reserva de marcha de 60 horas, a pesar de su alta frecuencia.
Pero la mayor innovación que encierra este modelo Classique Chronométrie se halla, sin duda alguna, en la utilización del pivote magnético. Es muy probable que el alcance de esta innovación no se valore plenamente hasta dentro de unos años. Gracias al pivote magnético, Breguet no se ha limitado solamente a dominar los efectos negativos que provoca el magnetismo en un reloj mecánico, sino que además ha conseguido controlarlos para mejorar el pivotamiento, el giro y la estabilidad del eje del volante. Con la utilización de dos contrapivotes que llevan un microimán particularmente potente (aprox. 1,3 T) en cada extremo del eje del volante, los relojeros de la casa Breguet diseñaron un sistema dinámicamente estable que se centra y se corrige a sí mismo. En efecto, como uno de los imanes posee una fuerza magnética más elevada que el otro, se crea un gradiente de campo magnético. Gracias al fenómeno de inducción, se genera un flujo magnético dentro del eje del volante, produciendo a su vez una fuerza de atracción que mantiene el extremo del eje en contacto permanente con el contrapivote. Mantenido en esta “gravedad artificial”, el eje del volante no percibe más las diferencias de posición del reloj y las condiciones de pivotamiento son siempre idénticas. En caso de que se produzca un choque que provoque un desplazamiento del eje hacia un lado, el sistema actúa como un paracaídas, gracias a las fuerzas magnéticas antagonistas generadas por el desplazamiento del eje, que vuelven a centrarlo de forma automática a fin de restablecer el máximo flujo magnético. Esto da como resultado un eje de volante insensible a la gravedad, más estable y más resistente a los choques. Gracias a todas estas innovaciones, la referencia 7727 presenta una marcha media de -1/+3 segundos por día, un resultado superior a las normas del COSC que establecen -4/+6 segundos por día. Más significativo aún, la diferencia de marcha entre las 6 posiciones ha sido reducida a -2/+4 segundos por día (para el armado máximo).
En total, son nada menos que 6 patentes que protegen estas proezas técnicas, símbolos de la excelencia relojera de Breguet.
Con el fin de rendir homenaje a los inventos clave presentes en el calibre 574DR, se ha puesto especial atención en el aspecto estético de este modelo Classique Chronométrie. La esfera presenta un disco de las horas y de los minutos descentrado, un indicador de pequeño segundero a las 12 horas, el indicador de reserva de marcha a las 5 horas y un indicador de 1/10 de segundo a la 1, con una aguja en silicio patentada que, al ser más ligera, permite que la buena marcha del oscilador no se vea perturbada, gracias a una inercia reducida. Con el fin de recordar el invento de A.-L. Breguet de 1790 y ofrecer a esta pieza un espesor mínimo, el paracaídas está visible a las 2 horas.
Cada detalle estético evoca, evidentemente, una obra de Breguet. La esfera luce una decoración guilloché realizada a mano, con seis motivos diferentes: “olas de Ginebra” para la parte central, “clous de Paris” para el pequeño segundero, guilloché “Soleil” para el contador de 1/10 de segundo y un guilloché con el motivo “chevrons” para la reserva de marcha. El disco horario está adornado con una decoración guilloché “orla”, mientras que el borde exterior presenta un motivo “grano de cebada”. Las agujas son de acero pulido con “pomme évidée” Breguet y la caja es de oro rosa o blanco, con finas acanaladuras. Las asas soldadas, el número único y la firma secreta completan las características inherentes de este reloj, estanco hasta los 30 metros. Presentado con correa de piel, luce un fondo de zafiro que permite contemplar la finura del acabado del movimiento.
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