Este nuevo modelo conjuga virtuosismo mecánico y maestría estética: el movimiento, que queda al descubierto, desvela dos tourbillons que accionan el conjunto de la platina gracias a un diferencial central. Todos los componentes están terminados a mano, mientras que el fondo del movimiento luce un grabado de la Maison du Quai, el edificio parisino en el que Abraham-Louis Breguet llevó a cabo toda su obra.
El nuevo Classique Double Tourbillon Quai de l’Horloge alberga un movimiento monumental en el reducido espacio de un reloj de pulsera. La Manufactura ha sabido crear un universo complejo y armonioso, en el que las leyes de la física parecen quedar en suspenso. Como una escultura delicadamente cincelada, el movimiento pivota sobre sí mismo ante los ojos del observador al ritmo de una vuelta cada 12 horas, impulsado por dos tourbillons independientes que efectúan a su vez una rotación completa cada 1 minuto. De esta manera, los órganos reguladores interconectados efectúan un doble giro, impulsando simultáneamente la barra del Tourbillon: la aguja de las horas. Un espectáculo sorprendente que revela unos componentes de oro, al igual que las Grandes Complicaciones de la época, una tradición hoy perdida que la Maison desea perpetuar, de la misma forma que los oficios artesanales, un saber hacer que Breguet exhibe plenamente en este reloj, en particular en el grabado del fondo del movimiento que representa la casa que Abraham-Louis Breguet adquirió en el Quai de l’Horloge de París.
Un invento que ha surcado los siglos
Fue justamente en este lugar inspirador, rodeado de los artesanos de la Île de la Cité, donde el Maestro relojero inventó un mecanismo hoy mundialmente conocido y que ha surcado el tiempo. En una época en que los relojes se llevaban en el bolsillo en posición vertical, Breguet tuvo la idea de desarrollar un dispositivo que permitiera compensar la atracción terrestre, tan nefasta para la precisión cronométrica del movimiento. Colocó el par volante-espiral y el escape (áncora y rueda de escape) en una jaula móvil que giraba sobre sí misma, una rotación que inspiró al Maestro el nombre de “tourbillon” (en su acepción ya olvidada de “sistema planetario”). Genial en su principio y cautivador en su funcionamiento, el invento sigue siendo a día de hoy el privilegiado marchamo de la Manufactura Breguet, que le confiere una autenticidad muy particular.
Ingenio mecánico
Los órganos reguladores de este Double Tourbillon 5345 se mantienen técnicamente muy cercanos a la creación original. Las espirales de acero están equipadas con una curva terminal característica que permite un despliegue concéntrico del muelle, una optimización desarrollada por el Maestro que se conoce como “curva Breguet”. Como antaño, los maestros relojeros siguen dando forma a la espiral y realizando los distintos ajustes manualmente, como el equilibrado de las jaulas de Tourbillon. Estas jaulas son las únicas de la colección actual que poseen armaduras de acero pulido bloqueado, el nivel más alto de pulido en la Alta Relojería.
Ambos corazones mecánicos palpitan independientemente el uno del otro, cada uno provisto de energía por su propio barrilete. Sin embargo, los dos órganos oscilantes están acoplados con un segundo par de rodajes que se engranan con un diferencial central. Este mecanismo de doble entrada es capaz de determinar el promedio de marcha de los tourbillons, que le permiten impulsar el conjunto de la platina al ritmo de un giro cada 12 horas. En cuanto a la indicación de los minutos, esta se efectúa mediante una aguja clásica en el centro. El conjunto del dispositivo está dotado de un sistema de ajuste de los juegos de engranajes que asegura una perfecta precisión de la visualización.
Esta escenografía espectacular convierte al calibre en uno de los más complejos que la Manufactura Breguet ha desarrollado a lo largo de su historia. Su naturaleza agitada ha obligado a los ingenieros, por ejemplo, a replantear íntegramente su mecanismo de cuerda manual, cuyos trenes de ruedas son independientes. Uno de los dos barriletes está equipado con una brida de fricción similar a la utilizada en los relojes automáticos. Esta construcción audaz permite que el muelle se desembrague una vez armado hasta la carga completa del segundo. Por último, la corona dispone de un sistema de seguridad dinamométrico que impide una sobretensión en los muelles.
Los oficios artesanales
En Breguet, el dominio del arte relojero nunca está exento de virtuosismo estético. Presentado por primera vez en 2006, el Double Tourbillon se libera ahora de la esfera para revelar toda la belleza de su complicada mecánica. Muy estilizados y curvados, los puentes de barrilete en acero adoptan la forma de una B. Todos los componentes están meticulosamente estirados, achaflanados e incluso satinados a mano. El guilloché, firma de la Manufactura, también encuentra un nuevo campo de expresión en el movimiento, reemplazando el tradicional perlado. Así expuesto, el calibre revela el flanco interno de la carrura, sobre el cual destaca, grabada a mano, la sombra de los números romanos de la circunferencia de las horas en zafiro.
No obstante, el carácter único de esta pieza cobra toda su dimensión en el fondo. Los tesoros de la ingeniería mecánica convocados para la creación del movimiento dan paso aquí a una poesía atemporal. Acabado a mano por los artesanos de la Maison y lleno de magníficos detalles, un grabado representa la fachada del edificio que el Maestro ocupó a partir de 1775 en el 39 del Quai de l’Horloge de París. La obra, realizada en oro, es tan meticulosa que los cristales de las ventanas permiten entrever los rodajes del calibre, como si de una ventana entre dos mundos de excelencia se tratara.
DATOS TÉCNICOS DEL BREGUET CLASSIQUE DOUBLE TOURBILLON 5345 QUAI DE L ́HORLOGE REF. 5345PT/1S/7XU
Caja redonda de platino con carrura finamente acanalada. Fondo de cristal de zafiro de alta transparencia. Diámetro: 46 mm. Grosor: 16,8 mm. Asas redondeadas y soldadas, barritas atornilladas.
Esfera en cristal de zafiro. Numerada y con la firma Breguet. Circunferencia de las horas en números romanos. Agujas de los minutos Breguet à pomme évidée en acero azulado. La aguja de las horas, acero azulado, se extiende a lo largo de la barrita que sostiene los dos tourbillons.
Movimiento mecánico de cuerda manual. Cal. 588N, numerado y con la firma Breguet. Dos tourbillons montados sobre una platina pivotante central con guilloché a mano. Los dos reguladores están acoplados por un diferencial que determina el promedio de marcha. Rotación completa del movimiento en 12 horas. Reserva de marcha de 50 horas. 161⁄2 líneas. 81 rubíes. 738 componentes. Espirales Breguet. Frecuencia: 2,5 Hz. Volantes monometálicos con tornillos de regulación de oro. Ajustado en 6 posiciones. En el reverso del movimiento un grabado realizado a mano representa el edificio del Quai de l’Horloge de París.
Brazalete “Stone”, pizarra natural, sobre caucho, hebilla desplegable de platino triple hoja.
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