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Entre los relojes confeccionados por Breguet, la colección Reine de Naples siempre se ha distinguido por su espíritu poético. Un espíritu que destaca no sólo por la forma única de la caja, que evoca el origen de todas las cosas, sino también porque para la Manufactura se trata de una colección en la que cada gran complicación está dirigida solamente al género femenino Así, a través de los modelos Reine de Naples, Breguet no sólo expresa su admiración por las mujeres de manera estética, sino también mecánica.

Con el modelo “Reine de Naples Día/Noche”, Breguet pretende revivir el ballet encantado que realizan el sol y la luna en su deseo por encontrarse. Para ello, ha creado un nuevo movimiento patentado equipado con una sola visualización con dos esferas, una que representa la hora y los minutos de la manera tradicional, y otra que representa la complicación para indicar las horas del día y de la noche. Para lograr esta danza llena de gracia, la Manufactura utiliza un disco de lapislázuli que representa el cielo. Este último posee incrustaciones de nubes de nácar natural blanco, de estrellas de oro y una luna de titanio grabada a mano. Pero el verdadero protagonista es el astro solar, representado por el aro del volante tallado para reflejar la luz y evocar los rayos del sol. En función de las reverencias del volante, el sol efectúa un «cortejo» de un día completo, pasando bajo el puente de acero que soporta el mecanismo, encontrándose con las agujas de la hora y los minutos y alcanzando de nuevo su cénit, mientras la luna de titanio se sitúa frente a él, observando su trayectoria con una mirada bondadosa.

En el ámbito estético, los acabados acentúan delicadamente la magia de esta complicación poética. De esta forma, el indicador 24H presenta números arábigos Breguet, mientras que el marcador horario está rodeado por números romanos. Una decoración guilloché realizada a mano con un motivo «llama» evoca el brillo del astro de luz, mientras que el borde está labrado con un motivo de «grano de cebada». Para competir en brillo, el realce y el bisel llevan 143 diamantes engastados, mientras que la corona se remata con un briolete. Las agujas de las horas y los minutos son de acero azulado con “pomme évidée” Breguet. El movimiento de carga automática no se queda atrás, ya que a través del fondo de zafiro, es posible contemplar el grabado realizado sobre la masa oscilante de oro para evocar los rayos del sol. Por último, estanco hasta 30 metros, este reloj está montado sobre una correa de satén negro que dispone de un cierre de hebilla de tres hojas.

Jaime Civantos Capella