Seleccionar página
Cómo funciona un reloj automático

Cómo funciona un reloj automático

Patek-Philippe-Twenty4-Automatic-calibre-324-S-C

Los relojes mecánicos requieren de una energía para funcionar, como cualquier máquina o mecanismo, energía que se acumula en un muelle de carga. La diferencia entre un reloj de carga manual y uno automático es la manera en la que se carga esa energía en dicho resorte: dando cuerda girando la corona en un reloj mecánico manual, y con el movimiento del brazo, el movimiento intencionado con el reloj en la mano o colocando el reloj en un watch winder, en el caso de un reloj mecánico automático. ¿Cómo se carga el resorte en dicho movimiento? Aquí veremos el funcionamiento e indicaciones importantes para el mantenimiento de dicho mecanismo.

Funcionamiento del mecanismo de un reloj automático

La acumulación de energía en el resorte la realiza un rotor de carga, que gira con el movimiento del reloj al llevarlo en la muñeca, y un trinquete, que evita la descarga. El resorte se encuentra en el interior de una pieza denominada barrilete. En caso de que hubiese que sustituir o reparar el resorte, éste debe ser introducido en el barrilete utilizando siempre una herramienta específica para ello, denominada estrapada.

El funcionamiento de un reloj, partiendo de la mencionada energía, es en realidad bastante sencillo. El barrilete, que lleva adosada la primera rueda del tren de engranajes del mecanismo (que realiza una desmultiplicación hasta la última rueda), gira liberando la energía del resorte, transmitiéndola a la segunda rueda, con la que engrana mediante un piñón, que sería la rueda de los minutos, que en la mayoría de ocasiones lleva anclada la aguja minutera. Ésta segunda rueda da una vuelta completa cada sesenta minutos, y engrana, a su vez, con el piñón de la tercera rueda, cuyos dos objetivos son, invertir el sentido de giro, ya que si no minutero y segundero girarían en sentidos opuestos, y hacer que la última rueda, la quinta rueda o rueda de escape, dé 3600 vueltas. La tercera rueda engranaría con el piñón de la cuarta rueda, la rueda del segundero, y ésta, con el piñon de la rueda de escape, que completa el tren de engranajes.

Una vez conocido el tren de engranajes, cabría preguntarse qué es lo que hace que estas ruedas no giren libremente y sin control, debido a la energía liberada desde el barrilete, sino que giren a un determinado ritmo, marcando las horas, minutos y segundos del reloj, y a esto responde el denominado escape del reloj. Veremos a continuación cómo funciona.

El escape del reloj es la parte más interesante, es el conjunto de piezas en las que termina el tren de engranajes, y se compone, primero de la ya mencionada rueda de escape, del áncora y del platillo. La función que cumple el escape es la de transformar el movimiento rotatorio de la rueda de escape en un movimiento oscilatorio, que regulará el movimiento de esa rueda, y por consiguiente, de todo el tren de engranajes. Esto se consigue ya que el escape, en un extremo va anclado al oscilador (que ahora veremos), y en otro extremo, que engrana en dos puntos, con 2 piezas de rubí, con la rueda de escape. El mencionado oscilador lo componen el espiral y el volante de inercia. El espiral es un alambre sujeto al volante, que suele llevar acoplado un regulador para que el relojero pueda aumentar o disminuir muy ligeramente la marcha, por adelanto o atraso del mecanismo, cuando éste requiere de un ajuste preciso. Por último, el volante gira alternativamente en ambos sentidos, para sacar de reposo al ancora. En la siguiente imagen de Wikipedia vemos con sencillez el mecanismo del reloj.

movimiento reloj mécanico

Para el funcionamiento de un reloj automático, muchas piezas del mecanismo del reloj llevan rubíes en los ejes de rotación para reducir al mínimo la fricción entre las piezas en movimiento, ayudados por aceites de diferentes densidades para este cometido. Por ello es necesario realizar una revisión o mantenimiento del calibre de un reloj automático cada cierto tiempo, no sólo por el desgaste de las piezas y su limpieza, sino porque estos aceites se vuelven gomosos con el tiempo, lo que reduce su eficacia y aumenta el desgaste. Se utilizan rubíes sintéticos por su dureza intrínseca, lo que hace que sean los mejores cojinetes a utilizar en todos los puntos de giro. El número de estas joyas puede variar en un mecanismo entre siete y veintitrés. Las ruedas del mecanismo de un reloj suelen fabricarse en latón, y los piñones, en acero templado

Hoy en día, los mecanismos automáticos más habituales, como el calibre ETA 2824, el Miyota 9015 y muchos otros, además de todos los calibres de las manufacturas suizas de relojes, suelen llevar mecanismos antichoque, que se instalan normalmente en los cojinetes que soportan el volante. Te recomendamos nuestro artículo para ajustar la precisión, adelanto o atraso de un reloj automático.

Calibres y complicaciones en relojes automáticos

Partiendo de este movimiento automático de un reloj, además de que se han inventado numerosos tipos de escape, como el escape co-axial de Omega, para hacer el mecanismo mejor y más preciso, y aplicados materiales innovadores al espiral, pueden derivarse numerosas complicaciones, que lo hagan más bello y preciso (como en el caso del tourbillon) o que le añadan funciones (como el calendario, el indicador de reserva de marcha, el cronógrafo, la repetición de minutos, etc.).

Hay que ser cuidadoso con los relojes con mecanismo automático, ya que son sensibles a los golpes y requieren revisiones periódicas para realizarles el mantenimiento necesario o alguna reparación, y por supuesto, darles cuerda de forma manual, con cuidado en el caso de que sea necesario, para arrancarlo, o porque el reloj se pare.

En las siguientes imágenes vemos un bello calibre automático manufactura montado en un Patek Philippe Nautilus…

Movimiento Patek Philippe Nautilus

…y el despiece de un calibre automático.

Despiece del movimiento automático de un reloj

A continuación, un vídeo con una Animación de un reloj mecánico, que ayuda a comprender el funcionamiento que hemos relatado.

Cómo dar cuerda a un reloj manual o automático

Cómo dar cuerda a un reloj manual o automático

Darle cuerda a un reloj automático o manual con cuidado para no dañarlo es algo sencillo:

  • Hay que quitárselo siempre, ya que si das cuerda a un reloj con él puesto en la muñeca puedes dañarlo debido al ángulo que forma el brazo y el eje del reloj. Al darle cuerda forzarías tanto la tija como partes del mecanismo, por lo que es importante que te lo quites, lo sujetes con una mano y le des cuerda con la otra.
  • Tienes que adaptarte a cada reloj para darle cuerda correctamente, debido al diferente tacto y dureza de cada calibre.
  • Si hay que sacar la corona para darle cuerda, hazlo con cuidado para no dañar la tija. A algunos relojes manuales se les da cuerda sin sacar la corona, pero probablemente, tanto en uno automático como manual tendrás que sacar la corona hasta la primera posición, tirando, o a rosca, dependiendo del reloj.
  • Una vez tengas la corona en la posición adecuada y entre tus dedos pulgar e índice, para darle cuerda sólo tienes que girarla en sentido horario. Dale cuerda con suavidad, a giros cortos y con determinación. En un reloj automático oirás un runrún suave al darle cuerda, mientras que en uno manual escucharás con claridad cara uno de los dientes de su engranaje.
  • En un reloj manual, el giro se endurecerá cada vez más hasta llegar a un tope en el que no girará más. No hay que forzar, hay que parar de darle cuerda antes de llegar al tope, la carga estará completa.
  • Al volver a cerrar la corona, si es roscada, hazlo con firmeza hasta el final. Ten cuidado al empezar a roscarla para no dañar el filete de la rosca, especialmente en relojes de una calidad más baja.
  • Un reloj automático se carga por sí solo con el movimiento de nuestra muñeca, que origina la rotación de su masa oscilante y que a su vez acumula energía en su resorte, pero para ponerlo en marcha hay que darle cuerda. No hacen falta muchas vueltas, con 15 ó 20 bastará.
  • Es raro, pero hay algunos relojes automáticos, casi exclusivamente vintage, que no pueden ser cargados manualmente. En ese caso, unos 30 segundos rotando suavemente el reloj con la mano bastarán para obtener una carga inicial.

Cómo hacer para que no se pare un reloj automático

Si utilizas tus relojes automáticos con frecuencia, un watch winder puede ser un accesorio interesante para ti, ya que tus relojes continuarán cargándose cuando no los usas y no se pararán, además de poder guardarlos en un sitio en el que estarán protegidos. Más abajo te ofrecemos algunas opciones de estas cajas giratorias para que puedas hacerte con una. En caso de que no vayas a utilizar un reloj manual o automático durante un tiempo, lo mejor es que esté parado para que no haya un desgaste innecesario de las partes del mecanismo.

Echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo funcionan los relojes automáticos y sus diferentes partes,  para comprender el ajuste de los movimientos automáticos, su mantenimiento, por qué un reloj automático se para y otras muchas curiosidades.

Reloj manual vs automático. Cuál es mejor

Ventajas y desventajas de los relojes automáticos

Como comparativa, las ventajas de un reloj automático son dos: no tienes que preocuparte de darle cuerda, ya que se carga con el movimiento de tu muñeca y puedes dejarlo en tu watch winder (esto sólo es una ventaja si llevas tu reloj automático a diario o si tienes un watch winder. Si no, el reloj se parará y la ventaja se esfumará), y que hay más variedad de relojes automáticos que manuales en el mercado, por lo que podrás elegir entre más modelos.

Por otra parte, los contras serían que no interactuamos tanto con un reloj automático como con uno de carga manual, por lo que normalmente no apreciamos ni disfrutamos tanto de la fineza de su mecanismo. Los relojes automáticos suelen tener un grosor mayor, para albergar el módulo de carga automática, y además pesarán más. Si eres de los que prefieren relojes delgados, probablemente tu elección estará entre los relojes de carga manual.

Pros y contras de un reloj de cuerda manual

En cuanto a las ventajas de elegir un reloj manual, la primera es que éstos ayudan a crear un vínculo con tu reloj así como una rutina diaria. Al tener que darle cuerda a diario, interactuamos y disfrutamos más de su mecanismo. Si además, el reloj cuenta con un cristal en su trasera, podremos admirar la belleza de su mecanismo, mucho mejor que en un reloj automático, al ser un calibre sin rotor de carga, que ocultan siempre una parte de éste. Sobre el papel, un reloj automático es mejor que uno manual, más evolucionado y con mejor tecnología. Lo que ocurre es que esta elección de un reloj no suele ser racional, ya que si lo fuera compraríamos un reloj barato y fiable o miraríamos la hora en el teléfono móvil.

Dar cuerda a un reloj manual es algo muy disfrutable y relajante, uno de estos relojes es siempre recomendable para el aficionado.

En cuanto a los contras de un reloj manual, puedes olvidarte de darle cuerda un día y el reloj puede pararse. Tienes que acordarte de darle cuerda todos los días, suele ser recomendable hacerlo a la misma hora, para establecer una rutina.

El otro inconveniente es que, al manipular la corona tan frecuentemente las juntas que garantizan la hermeticidad situadas en ese lugar pueden secarse y envejecer más rápido, y los hilos de la rosca de la corona sufrir más daño al roscarla, lo que hay que hacer siempre con el máximo cuidado, lo mismo que el proceso de darle cuerda. Las instrucciones para dar cuerda al reloj al principio de este artículo son las que tienes que seguir.